El contrato de Tabárez en tiempos de crisis: entre el seguro de paro y la reducción de sueldo

La primera medida de los neutrales, igual a la que tomó con un grupo de funcionarios en áreas en las que no registra actividad, fue licenciar a todos los cuerpos técnicos de la selección.

¿Es posible licenciarlos? No. Los contratos de los entrenadores de las selecciones no contemplan licencias ni pago de salarios vacacionales. De todas formas, el ejecutivo puso a los entrenadores en “modo licencia”, explicaron a Referí, hasta el último día de marzo. El Complejo de la AUF está cerrado y no tienen actividad.

El 1° de abril ingresarán en la lista de funcionarios para el seguro de paro, si no vuelve el fútbol.

La AUF tiene una erogación mensual en el cuerpo técnico de la selección mayor de US$ 145.000. La cifra asusta a algunos clubes chicos de la AUF, que han reclamado bajar los costos en esa área. Comparativamente, no mueve la aguja en la economía de Nacional y Peñarol, y se trata de un contrato menor con relación a los que pagan a sus entrenadores las federaciones de Brasil (Tité US$ 325.000), Perú (Ricardo Gareca US$ 300.000) y Chile (Reinaldo Rueda US$ 300.000), Colombia (Carlos Queiroz US$ 250.000), Paraguay (Eduardo Berizzo US$ 220.000) y Ecuador (Jordi Cruyff US$ 150.000).

¿El cuerpo técnico de la selección irá a seguro de paro? Está previsto en la hoja de ruta elaborada por los neutrales dentro de las medidas de emergencia en la AUF, que no tiene actividad.

Existe, según explicaron desde la AUF, un camino intermedio que es negociar una reducción salarial.

Desde el cuerpo técnico manifestaron a Referí que no hablarán públicamente de esos temas porque existe una cláusula de confidencialidad. Los neutrales de la AUF lo manejan con reserva, pero la opción también quedó sobre la mesa.

El primer contrato de Tabárez: US$ 20 mil

Tabárez llegó a la AUF en marzo de 2006, en lo que se transformaría en su segundo ciclo al frente del combinado.

Aquel año, el neutral Daniel Pastorini encontró a Óscar Magurno como aliado y convenció al ejecutivo presidido por Eugenio Figueredo de contratar al entrenador.

El exdirigente de Wanderers fue quien llevó adelante toda la negociación, por la amistad que tenía con Tabárez, y con quien había tenido largas charlas en los años anteriores, durante el período sabático que se tomó el entrenador para diseñar un plan para el futuro del fútbol uruguayo.

En ese momento le ofrecieron a Tabárez un salario mensual de US$ 20.000, según informó la prensa.

Por esos días, el entrenador tenía ofertas de clubes que triplicaban aquella propuesta.

Además, el contexto del fútbol uruguayo planteaba que la oferta que le hizo la AUF a Tabárez era casi una invitación para que no aceptara: los entrenadores de Nacional y Peñarol tenían contratos que duplicaban esos US$ 20 mil. El argentino Daniel Alberto Passarella llegó a dirigir a Uruguay en 1999 a cambio de un salario mensual de US$ 78.500 solo para el DT (con sus colaboradores a la AUF le salió US$ 100 mil), y Víctor Púa lo sucedió con US$ 30 mil al mes más un premio de US$ 1,2 millones si clasificaba al Mundial.

Después de tanto proyectar el futuro de Uruguay en charlas con Pastorini, estaba convencido que debía volver a la selección. Entonces ingresaron en la negociación. Era una reunión de patrón-empleado un poco especial, regada por la amistad que tenían de 30 años. Allí se dio el siguiente diálogo, según se rescata en el libro Maestro, el legado de Tabárez:

"Pastorini: Mire, antes que me conteste, esta es una oportunidad, usted tiene un desafío, una revancha, hay otros valores que usted maneja que no pasan por el dinero. La oferta es esta.

Tabárez: Bueno Daniel, tá, yo no le voy a hacer un problema a usted que ha luchado tanto por todo esto".

Pastorini le había ofrecido US$ 20.000 de salario mensual para el entrenador. Sin embargo, el dirigente se encontró con una situación incómoda cuando planteó en el seno del ejecutivo de Figueredo que ya estaba arreglado el contrato del Tabárez y que debían sentarse a solucionar lo de sus colaboradores.

La respuesta del ejecutivo fue que ese dinero era para todos. Resignado, Pastorini fue a transmitir el mensaje a Tabárez y recibió como respuesta, según se relata en el libro: “Se da cuenta Daniel… lo que no quieren es que acepte, le van a buscar cualquier cosa, déjelo, ya no da para más. Esto es un manoseo, una falta de respeto, con usted y con todos los demás”.

Esa reunión se produjo en enero y el acuerdo quedó en suspenso, hasta que desde el entorno del entrenador y una promesa de la AUF de mejorar el salario a partir de julio 2006, Tabárez aceptó.

Así inició su ciclo. Meses después, según informó La República en enero de 2007, ajustaron a US$ 25.000 mensuales el salario de todo el cuerpo técnico de la mayor (Tabárez, Celso Otero, Mario Rebollo y el preparador físico José Herrera), y con ese salario, que en ese momento era la mitad de lo que cobraban los cuerpos técnicos de Nacional y Peñarol, llegó hasta el Mundial de Sudáfrica.

En enero de 2007 también recibieron incrementos salariales los técnicos de las juveniles de Uruguay, que en ese momento duplicaron sus ingresos. En el caso del entrenador de la sub 20, Gustavo Ferrín pasó de US$ 2.000 a US$ 4.000, según el mismo informe.

En el torneo de 2010, Tabárez ocupó el lugar 29 entre 32 entrenadores en el ranking de salarios. Fabio Capello (Inglaterra) encabezó con un contrato anual de US$ 9,9 millones y el top 5 lo integraron: Marcelo Lippi (Italia) US$ 3 millones, Berter van Marwijk (Holanda) US$ 2,7 millones, Ottmar Hitzfeld (Suiza) US$ 2,6 millones y Joaquim Low (Alemania) US$ 2,3 millones.

Los entrenadores de Sudamérica cuadruplicaban a Tabárez: Dunga (Argentina) y Diego Armando Maradona (Brasil) cobraban US$ 1,2 millones al año.

Bauzá le cuadruplicó su salario

La primera renovación del contrato de Tabárez, después del cuarto puesto del Mundial de Sudáfrica, llevó mucho tiempo.

El entrenador había expresado que quería colocar la remuneración del entrenador de selección nacional de la AUF en el lugar que entendía correspondía. De su lado tenía el respaldo de la semifinal del Mundial, el apoyo de la gente, y, además, el presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, cargaba con la cruz que previo a Sudáfrica había tenido diferencias con el entrenador, que había dejado de coordinar las selecciones nacionales y en el ejecutivo pensaban en el sustituto de Tabárez. El plan debieron abortarlo luego del cuarto puesto en el mundial africano.

La negociación del nuevo contrato de Tabárez se dilató dos meses. El domingo 12 de julio, en la concentración de Port Elizabet previo a la partida a Uruguay, Bauzá le dijo a Tabárez que quería renovarle. Sin embargo, las aspiraciones económicas del entrenador dilataban el acuerdo, por la resistencia de los clubes.

Recién el 10 de setiembre, el entrenador firmó con la AUF por cuatro años y un salario mensual de US$ 100.000 para todo el cuerpo técnico. La mitad de esos ingresos correspondían al entrenador.

En medio de las críticas de algunos clubes, y con particular énfasis del presidente de Liverpool, José Luis Palma, Bauzá contempló las aspiraciones del entrenador, y cuadruplicó el salario del cuerpo técnico.

En 2014, según informaron a Referí, Tabárez volvió a renovar el contrato por cuatro años, con el mismo ingreso que había tenido los correspondientes ajustes por IPC.

Ese tercer vínculo del entrenador lo firmó Wilmar Valdez, quien había asumido en la AUF en abril de 2014 en lugar que había dejado Bauzá.

El último aumento, en 2018

En pleno Mundial de Rusia, tras la eliminación de Uruguay en cuartos de final, Valdez se acercó a Tabárez y le expresó, al igual que Bauzá en 2010, su deseo de extender el vínculo.

Lo que no se sabía en ese momento era que con la AUF intervenida por FIFA, sería el triunvirato integrado por Pedro Bordaberry, Armando Castaingdebat y Andrés Scotti, los que se encargarían de la renovación de Tabárez.

“Ese es uno de los temas que tenemos arriba de la mesa. Sin dudas Tabárez, si no cosecha unanimidad, debe cosechar 99,9% en todo el Uruguay. Lo quisimos hacer conversando con todo el mundo, no llegar e imponer. Queremos solucionarlo a la brevedad”, declaró Bordaberry el 18 de setiembre en el programa Tirando Paredes de 1010AM.

El 22 de setiembre, la AUF anunció la extensión del vínculo con Tabárez a través de un comunicado que firmó la Comisión Regularizadora.

En el mismo, en 12 párrafos, justifica las razones de la renovación: la intensa competencia que venía en los próximos meses; el hecho "que posee la facultades para realizar la contratación"; "que existen ingresos y recursos para atender las erogaciones del contrato"; "que consultados informalmente representantes de diversos clubes y grupos de interés que en su amplísima mayoría confirmaron la conformidad con la renovación del contrato propuesto"; "que el cargo no es solo de entrenador sino que también incluye tareas de extensión y asesoramiento en otras área del fútbol a nivel de todo el país"; "que se hará cargo de la dirección y coordinación del proceso de todas las selecciones masculinas"; y "debido a los resultados y el prestigio recogido".

Aquel acuerdo, según explicaron a Referí, incluyó el tercer incremento salarial en los 14 años de Tabárez como entrenador. El primero en 2007 (pasó a US$ 25.000 todo el cuerpo técnico), en 2010 (US$ 100.000), y el último en 2018, a US$ 130.000.

Desde la AUF informaron que entre 2010 y 2018, Tabárez recibió un salario mensual de US$ 50.000 (esta cifra es menor a la que cobró Gustavo Munúa en su primer vínculo como entrenador de Nacional en 2015), por esa razón, después de Rusia le pidió un aumento a la comisión regularizadora.

Con el aval de todos los clubes, según explicaron desde la AUF y con especial pedido de Álvaro Chijane de Fénix de negociar mejor los premios, en 2018 la Asociación cerró por cuatro años con un incremento salarial de 20% para el entrenador que pasó a cobrar US$ 60.000. El costo mensual de todo el cuerpo técnico, con impuestos incluidos pasó a US$ 130.000.

Actualmente la AUF invierte US$ 145.000 en la selección mayor.

Otero: primero la salud, luego el contrato y la confidencialidad

Celso Otero, asistente técnico en el cuerpo técnico de la selección mayor, destacó su preocupación por la situación sanitaria que vive el país y el mundo como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

“El foco está en cómo se resuelve la crisis sanitaria. Apuntaría a llegar saludablemente para cuando se regularice la situación que se vive hoy. Hoy primero está la salud. Después del 12 de abril (plazo establecido por el gobierno para anunciar nuevas medidas o levantar las actuales) se verá”, reflexionó, con la preocupación que genera la pandemia.

Consultado sobre la posibilidad de ir a seguro de paro o a una reducción salarial, dijo a Referí: “Firmamos un contrato con la AUF en la cual se nos exige mantener absoluta discreción en torno al contrato en sí mismo y sobre las cláusulas del contrato no se puede hacer nada público. Y es lo que voy a hacer. No voy a hacer nada público. Si las autoridades entienden que tienen que hacerlo, cada uno verá cómo procede”.

Además, agregó: “Si me vienen a visitar para hablar de eso les pediría, primero, que podamos salir de esta situación de aislamiento. Van a pasar muchas cosas antes. Pero cuando llegue el momento nos sentaremos en una mesa y arreglaremos entre partes. Si empezamos a hacer público los temas vamos a encontrar inconvenientes”.

El entrenador explicó que se llamaron a silencio sobre el tema del contrato en todas las circunstancias, incluso cuando en enero pasado circuló una versión en medios internacionales en el que se asignaba que Tabárez precibía un contrato anual de US$ 3,2 millones.

Desde la AUF confirmaron que su contrato es de US$ 1,7 millones al año para todo el cuerpo técnico.

“Estamos obligados a no hablar. Y no hablamos. Hemos visto publicadas cifras que están fuera de la realidad, pero como no podemos hablar del contrato, aunque sea un disparate, no podemos decir nada. Es un disparate. No se corresponde con la realidad. Pero no dijimos nada, ni diremos nada ahora. Hacemos lo que firmamos”, finalizó Otero.