Las palabras que se usan dentro de la cárcel surge a partir de la convivencia entre los reclusos, de forma espontánea y, a veces, por necesidad. El Observador realizó una selección de los términos más usados dentro del Comcar, que fueron publicados en "Pres y Diario", un trabajo realizado por los presos y que, según escriben, "son ajenos a la población y a la Real Academia".
Es el recluso que, tras resultar damnificado por un acto que puede ser delictivo, llama a un policía para que lo defienda y rompe un código: los problemas entre reclusos, se arreglan entre reclusos.
Es el dueño de la línea que conduce a la obtención de servicios u objetos ilegales dentro de las cárceles. Puede ser droga, alcohol, prostitución, proxenetismo o pornografía.
Es el chivo expiatorio, el que termina perjudicado por encubrir los intereses de personas más poderosas dentro de la cárcel.
Es el recluso que se vincula sentimentalmente con la mujer de un preso que conoció durante una estadía en la cárcel.
Es el recluso entrometido y chismoso. El que trae y lleva comentarios.
El que durante los días de visita mira a las compañeras de otros reclusos.
La Policía.
El operador penitenciario.
Abogado pago.
El abogado de oficio.
Es una invitación a comer el menú ("rancho") en grupo.
Se utiliza para pedir azúcar.
Se utiliza para pedir carne
Para pedir leche
Para pedir pan
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