El dólar sube fuerte y se ubica arriba de $ 32 en pizarra

El peso uruguayo perdió terreno frente al dólar en línea con lo sucedido en otros países de la región y del mundo. Las monedas de los mercados emergentes cayeron arrastrados por el hundimiento de la lira en ese país.

Argentina y Brasil

En Argentina el dólar minorista llegó a sumar 1 peso y tocar los 30,70 pesos argentinos en las pantallas del Banco Nación (BNA), aunque terminó a30,50 pesos argentinos.

Las tres medidas lanzadas por el gobierno de Mauricio Macri (subir la tasa de política monetaria al 45%, suspender la subasta de dólares y lanzar un programa de cancelación de Lebac) no ayudaron a quitarle presión al billete verde.

Sin embargo fue una cuarta medida la que restó presión a la divisa y logró que el cierre fuera un poco menor. El Banco Central (BCRA) informó que el martes licitará US$ 500 millones de sus reservas.

Por su parte en Brasil, el real caía 0,57% a 3,8861 unidades por dólar, ante la fortaleza de la moneda estadounidense en el mercado internacional por una búsqueda de refugio de los inversores tras el derrumbe de la lira turca.

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Europa

La onda expansiva generada por el hundimiento de la lira turca envió el lunes al euro a un nuevo mínimo en 13 meses (1,1365 dólares) y golpeó a las monedas de mercados emergentes, ya que los inversores preocupados por un contagio tomaban refugio en el yen y el franco suizo.

La lira turca recuperó parte de sus pérdidas el lunes tras haberse derrumbado a mínimos históricos de 7,24 unidades por dólar, después de que el banco central del país prometió garantizar la liquidez en el sistema y anunció un recorte de los encajes bancarios. Aún así, la moneda cotizó con una baja del 10%, con una pérdida acumulada de más de dos quintas partes de su valor en 2018.

Además, el peso mexicano cedió un 1,4%; el rand sudafricano bajó un 2,4%, después de desplomarse más de un 10 % en las primeras operaciones de la jornada, a un mínimo de más de dos años; y la rupia india se hundió a su nivel histórico más reducido.

A los inversores les preocupa cada vez más el control que ejerce sobre la economía turca el presidente Tayyip Erdogan y el agravamiento de la crisis diplomática con Estados Unidos. Ese temor ha generado un efecto cascada desde la semana pasada, generando pánico en los mercados.