El fantasma de los patacones aletea en el Río de la Plata

Eso ese vio reflejado en dos hechos concretos.
Por un lado, como consecuencia de los controles oficiales para comprar dólares en el mercado financiero formal, en los últimos días se incrementó la cantidad de personas de particular (“arbolitos”), que en la calle Florida ofrecen a los transeúntes cambiar dólares, euros y reales, según informó el diario porteño El Cronista. Según ese medio, el voceo en la city porteña es “constante” y mucho mayor que semanas atrás.
Por otro lado, la decisión de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de aplicar recargos a las compras que los argentinos realizan con tarjetas reactivó el temor de los ahorristas a que el gobierno avance sobre esas operaciones. Según informó el sábado el diario La Nación los retiros de depósitos privados en dólares se duplicaron a unos US$ 15 millones diarios y el stock de depósitos privados en dólares bajo administración de los bancos se redujo casi la mitad (45,5%) a US$ 14.833 millones. Según La Nación , la persistente pérdida de liquidez en dólares que padeció el sistema hizo que los bancos replieguen su oferta de crédito para financiar exportaciones, tanto que el stock de ese tipo de colocaciones bajó US$ 120 millones por semana y la caída ronda los US$ 3.000 millones en lo que va del año.
Como el gobierno aplica controles (“cepo”) a la salida de dólares del país (hasta con perros!!!) para frenar la fuga de capitales, han surgido distintas cotizaciones alternativas como el “dólar y el "dólar blue” y el “dólar Miami”. Algo parecido a los los patacones , una denominación que se le dio a una serie de bonos de emergencia emitidos durante la crisis de2001 por el gobierno de Buenos Aires para sobrellevar el quiebre en la cadena de pagos.
A su vez, producto de los controles cambiarios paranoicos del otro lado del Río, se comenzó a hablar de un “dólar celeste” para que los argentinos puedan veranear en Uruguay, lo que se haría mediante una compensación monetaria entre los bancos centrales de ambos países .
“Nadie en su sano juicio puede creer que van a cambiar las cosas en Argentina que perdió casi 30% de los depósitos por el temor de las declaraciones oficiales. La gente tiene temor a las actitudes del gobierno. Como las cosas más absurdas han pasado en Argentina, en la gente existe la idea de que es el país en el que puede pasar cualquier cosa, comentó López Murphy en la citada entrevista, y los hechos parecen empezar a darle la razón a este economista que anticipó el fin de la era kirchnerista en Argentina.

Es verdad que el sistema financiero uruguayo ya no está tan expuesto al riesgo argentino como en 2001 pero la retracción en la demanda de activos inmobiliarios en Punta del Este ya permite presagiar un impacto en el turismo. Además siempre está vigente aquello de que cuando Argentina se refría Uruguay estornuda...
El periodista Nelson Fernández tenía una frase que por estos días me vino a la mente. Cuando trabajamos juntos durante la feroz crisis de hace una década decía “siempre se puede estar peor”. Por el bien de los pueblos de ambas márgenes del Río de la Plata sería deseable que el nivel de mala praxis de los gobernantes no supere al acostumbrado.