El Real Madrid se quedó con un clásico de infarto y es finalista en la Copa del Rey

Los goles los convirtieron Antonio Rudiger, Ferland Mendy, Dani Carvajal, Stefan Savic en contra y Brahim Díaz para el cuadro blanco, mientras que Mario Hermoso, Antoine Griezmann y Rudiger en propia puerta hicieron lo propio para los del Cholo.

Partido muy parejo en líneas generales. Cada equipo tuvo su momento en el encuentro y supo ser protagonista y dominante. En primera instancia lo fue el Atlético de Madrid, que desde el vestuario comenzó a ganar el encuentro con el gol de Mario Hermoso tras un córner.

Los del Cholo Simeone controlaron la totalidad de la posesión en el amanecer del partido y el control del mismo, con muchas transiciones ofensivas, buenas asociaciones cortas y con una buena tarea defensiva para controlar a Bellingham, Rodrygo y Vinicius. Buenas actuaciones de Rodrigo De Paul, Antoine Griezmann y Samuel Lino en la primera mitad, siendo los artífices de los ataques rojiblancos.

Pese a ser el amo y señor del partido, no contó con muchas llegadas de peligro además del gol, pero tampoco sufría ya que el Madrid no lograba romper el bloque defensivo impuesto en mitad de cancha. La gran virtud del elenco de Carlo Ancelotti es descifrar y atacar los espacios, pero esos espacios no los encontraba.

No obstante, el equipo blanco encontró la igualdad de la única manera posible ante la falta de ideas futbolística que fue por la vía aérea: Modric colgó el centro y en total soledad emigró la figura de Antonio Rudiger que se elevó y con un cabezazo estampó el 1-1 parcial.

El envión anímico del Madrid tras la igualdad fue notorio y los ánimos del Atleti bajaron tras el injusto empate en ese momento. Los de Ancelotti entraron en partido, empezaron a mover la pelota y a romper líneas, causando más problemas en la defensa rojiblanca.

El equipo de Simeone no terminó de recuperarse del empate y el Real Madrid remontó el resultado. Luego de una extraordinaria jugada colectiva, moviendo el balón por todo el frente de ataque de izquierda a derecha, Dani Carvajal puso el centro raso y apareció Ferlan Mendy que con un sutil toque colocó la pelota al palo lejano de Oblak para el 2-1.

Sin embargo, pese a que el Atlético de Madrid no logró retomar esas buenas asociaciones colectivas que tuvo en los primeros minutos, si tuvo aproximaciones y algunos destellos por el rendimiento individual. Tal es así que, Antoine Griezmann puso la igualdad luego de sacarse tres hombres de encima y definir cruzado desde afuera del área. De esta manera, el francés se convirtió en el máximo anotador de la historia de Atlético de Madrid con 174 gritos, superando a Luis Aragonés.

El desarrollo del juego en la segunda mitad no tuvo un claro dominador. El partido entró en un bache. El Real Madrid insistió más y el Atlético optó por retroceder, aguantar los ataques del rival y salir al contraataque con Griezmann y Morata para intentar rascar algo.

Faltó claridad en los ataques y aproximaciones, pero lo cierto es que no hubo un gran protagonista en los segundos 45 minutos. El cuadro de Carlo Ancelotti movió la pelota de un lado a otro y el Atlético corrió detrás, pero no le molestó ni incomodó ceder la posesión. De hecho, no tuvo oportunidades concretas de gol en el complemento.

Sin embargo, a falta de diez minutos para el cierre llegó el gol del Atlético a través de un blooper y de la manera menos esperada: Tras el centro por la izquierda, Morata chocó con el arquero Kepa cuando fue a buscar el balón y, en el rebote, la pelota impactó en Rudiger y entró en el arco. Todo el equipo blanco reclamó falta sobre el guardameta, pero el gol fue convalidado.

La ventaja no le duró nada ya que momentos más tarde el Madrid llegó al empate nuevamente. Vinicius ganó en velocidad, definió ante la salida de Oblak quién contuvo su remate, posteriormente Bellingham tuvo dos oportunidades para marcar y ambas fueron rechazadas por la defensa y en la tercera ocasión el balón cayó en los pies de Carvajal con el arco a su merced y estampó el 3-3 definitivo y el gol que derivó en el tiempo extra.

Los minutos finales y el alargue fueron todo del Real Madrid, sobre todo en el puñado de minutos antes del cierre del tiempo regular. El Atlético siguió a lo suyo y se replegó en el fondo e impidió la claridad de los ataques del cuadro de Carlo Ancelotti, pero el cuadro blanco tomó la iniciativa y el protagonismo del cotejo.

Tal es así que los del Cholo pagaron caro el planteamiento de no atacar. Luego de una buena combinación de pases y de mover el balón de lado a lado, Dani Carvajal pasó al ataque, colgó el centro, Joselu conectó de cabeza y la pelota se desvió en Savic e ingresó en el arco de Oblak para establecer el 4-3 y firmar un partidazo.

Para coronar una noche histórica, con el Atlético volcado al ataque para buscar el empate y, entre ellos Oblak, Brahim Díaz le ganó en velocidad al propio arquero tras el rechazo de Kroos y definió desde mitad de cancha con el arco libre y dictaminó el 5-3. 

El Real Madrid lo ganó porque lo buscó más e insistió más. No brilló ni tampoco generó miles de ocasiones, pero si empujó más y fue el equipo que tomó la iniciativa y por eso fue el justo ganador. El próximo domingo disputará la final de la Supercopa de España ante el ganador del encuentro entre el Barcelona y el Osasuna.