Tanto para realizar contactos comerciales, retiros empresariales, dar a conocer servicios en otros lugares del mundo, realizar capacitaciones o como para incentivar a los empleados de las compañías, los viajes de negocios son una herramienta fundamental para las empresas. Por ello es que Viajes Continental recomienda practicar una modalidad de turismo que integre el trabajo y las vacaciones.
Bleisure es un acrónimo de las palabras Business (Negocios) y Leisure (Ocio). Esta unión describe una nueva modalidad de viaje por trabajo, y una tendencia que no ha hecho más que crecer desde la pandemia, con un sistema híbrido de negocios remoto gracias a la tecnología, que desdibujó las líneas entre el trabajo realizado en la oficina y a distancia. Así, está permitido e incluso recomendado mezclar negocios y placer. Históricamente, se trataba de una práctica bastante corriente, pero era muy confidencial y reservada.
Según Daniel Feige, docente, consultor senior en viajes formado en la Universidad de Texas en Austin y radicado en Argentina: “El ocio y el negocio antes no se cruzaban”. Ahora, se trata de “desarrollar actividades fuera del entorno laboral, ya que para muchos viajeros es un destino que puede no repetirse”. Los impulsores y adherentes principales de esta rama son las redes sociales y la tecnología.
Esta fusión está dirigida a un grupo etario que pertenece en su mayoría a los “millennials”, pero también atañe a los baby boomers y a la generación “X”. La globalización de los negocios y la modalidad del teletrabajo ha generado cada vez más nómades digitales trabajando desde cualquier lugar del mundo.
En este caso, “los conserjes del hotel se vuelven travel advisors”, dice Feige. Este segmento opta por city tours más cortos y acuden a los sandemans o GuruWalk oriundos que son más económicos y cobran alrededor de unos 10 euros por persona, y durante tres horas van recorriendo lugares de interés.
“Los lugares más destacados elegidos para Bleisure son Londres, Frankfurt, Tokio, Barcelona y Miami. Dentro de Latinoamérica, los que están en el top cinco son México, Bogotá, Cartagena, Buenos Aires y Santiago”, cuenta Feige. También aclara que “según SAP Concur, se trata de una categoría de viajes que tiene una tasa de crecimiento del 20% anual”.
El desafío, señala este experto, está en “cómo esta rama da una respuesta a la búsqueda de bienestar”. Dentro de esta categoría de viajeros están los que aprovechan para quedarse unos días más, o los que invitan a amigos o familiares para que los acompañen en estas estancias prolongadas después de terminar con sus compromisos laborales. Alargar un viaje de negocios permite disfrutar más del destino, lo que provoca una reducción del estrés para los empresarios que participan y, por tanto, una mejora probada en su humor y productividad. “De ahí surgió el concepto de Laborocio, con el ocio extendiendo la duración de los viajes laborales”.
Además, este tipo de viaje es una fuente fundamental de ingresos para el área turística, porque significa disfrutar del ocio en estos desplazamientos y una buena experiencia para el cliente determina viajeros dispuestos a quedarse más tiempo en el destino, y, por tanto, a gastar más dinero. “El viajero Bleisure gasta un 32% más que un viajero típico, porque cuando está trabajando suele cubrirlo la compañía entonces dispone de más dinero”, explica Feige.
Para el éxito de esta fusión es vital una política de gastos transparente; aunque el costo de viaje para el empresario puede reducirse al aprovechar las tarifas corporativas de aerolíneas y hoteles, se tienen que dividir los gastos personales de los relacionados a la parte laboral. También son fundamentales las fechas en que la empresa emite el seguro de viaje, para que estas no se mezclen con el tiempo de ocio.
Un dato no menor para el medio ambiente es que el Bleisure logra una disminución en la huella de carbono. Un mismo viaje es aprovechado para trabajar y vacacionar a la vez, y eso es más sostenible porque emite menos polución.
Todo parece ganancia en esta modalidad híbrida de trabajo que se convirtió en un estilo de vida para algunos nómades digitales. Estos viajeros esperan que el alojamiento tenga áreas de reuniones privadas, disponer de refrigerios saludables, varios puertos de electricidad, así como acceso a internet rápido y seguro. Sus instalaciones, en lo ideal, estarían combinadas con lugares de esparcimiento. Los gimnasios y salas de spa son la tendencia en los hoteles que reciben a este tipo de viajeros corporativos. Es recomendable contemplar tours para visitar los atractivos locales, regalar tickets para eventos u ofrecer descuentos significativos por quedarse más días en las instalaciones, haciendo crecer la industria de la hospitalidad y aumentando las ganancias en el sector turístico del país receptor.
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