Cuando el presidente Luis Lacalle Pou surfeaba los primeros meses de gobierno y de covid-19, en el litoral norte del país recogía una aprobación “excepcionalmente alta”. El 71% evaluaba positivamente su gestión. Más de dos años y varios meses después —sin emergencia sanitaria, con aumento de los homicidios y el desgaste de la gestión—, el mandatario sigue teniendo la aprobación de casi la mitad de la población litoraleña (46%), pero cayó unos 25 puntos en relación a aquel ápice de mediados de 2020. Así lo revela una nueva encuesta de la consultora Ágora —una de las encuestadoras históricas de esa región del país—, la que da cuenta que el cambio en la opinión pública en esa zona podría incidir en el resultado de una futura elección.
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