D. Battiste

Forlán y Abreu, dos amigos que se ven de nuevo pero en puestos distintos y que necesitan tres puntos

Dos viejos conocidos se vuelven a encontrar pero en posiciones diferentes en un partido muy importante para los aurinegros que buscan volver al triunfo luego de cuatro partidos

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15 de agosto de 2020 a las 12:51

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Los dos se estrenaron como entrenadores en esta misma temporada. Diego Forlán y Sebastián Abreu, dos amigos y viejos conocidos de la selección nacional con la que supieron quedar en la memoria del hincha por el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010 y por haber ganado la Copa América 2011 en Argentina, se verán por primera vez frente a frente en una cancha este domingo cuando Peñarol reciba en el Estadio Campeón del Siglo a Boston River por la quinta fecha del Torneo Apertura.

En realidad, el Loco Abreu ya había dirigido un partido en El Salvador a Santa Tecla con el que ganó la Copa El Salvador el año pasado, pero nunca lo había hecho en Uruguay hasta marzo de este año.

Precisamente los dos comenzaron como entrenadores en el fútbol uruguayo con triunfos cuando aún no se había parado el fútbol por la pandemia mundial de coronavirus. Forlán, sufriendo de más ante Cerro y con un gol en la hora de Jesús Trindade en el mismo escenario en el que jugará su equipo este domingo.

Por su parte, Abreu debutó ganándole a Deportivo Maldonado 1-0 con un gol de Ruben Bentancourt.

Diego Battiste

Las realidades de ambos obviamente son distintas. Mientras Forlán dirige a Peñarol con la obligación de buscar el título y un buen desempeño internacional en la Copa Libertadores de América, su amigo Abreu no solo es DT, sino también jugador de Boston River al que busca posicionar en lugares de copas para el final del torneo y alejar cada vez más del descenso, algo que por ahora no corre riesgo.

En aquel inolvidable Mundial de Sudáfrica 2010 para todos los uruguayos, Forlán terminó como uno de los goleadores del mismo con cinco tantos y, además, fue electo Balón de Oro como mejor futbolista.

Por su parte, ningún uruguayo que se precie amante del fútbol se va a olvidar de lo que fue la picada de Abreu en la infartante definición por penales ante Ghana que le dio el pasaje a los celestes a las semifinales de aquella Copa del Mundo.

Diego Battiste

“Respeto lo que hace el Loco de jugar y entrenar, pero yo no lo haría. Son gustos”, dijo el lunes Diego Forlán en una conferencia de prensa llevada a cabo en Los Aromos.

Abreu, con 43 años, sigue jugando luego de alcanzar el récord Guinness por el hecho de haber defendido a 28 clubes diferentes.

En octubre pasado visitó por primera vez el Estadio Campeón del Siglo con Boston River y perdió 1-0. Claro, en esa oportunidad el técnico era Martín García y no él como será este domingo en el que cumplirá la doble función.

A punto de cumplir 44 años, el Loco mantiene un físico privilegiado, pero ya no está para los 90 minutos, por eso “se pone” cada tanto en los partidos.

Diego Battiste

Más allá del morbo que puede conllevar este encuentro entre dos amigos que ahora serán rivales, Peñarol está urgido de puntos ya que ha conseguido apenas una sola victoria –la especificada líneas arriba– y, tras cuatro fechas disputadas del Apertura, está a 5 puntos del líder Rentistas, por lo que necesita los tres puntos este domingo contra Boston River.

Los rojiverdes, aún lejos del descenso, igualmente quieren volver a sumar luego de un comienzo que fue auspicioso pero que también se quedó en los papeles.

El 20 de junio pasado, cuando Referí hizo un suplemento especial por los 10 años de Sudáfrica 2010, tanto Forlán como Abreu se prestaron para hacer un divertido desafío con preguntas y respuestas.

Camilo dos Santos

A su vez, también hablaron de las distintas intimidades de ese plantel y lo que significó para ellos y todos sus compañeros.

Carlos Pazos

Por eso, este no será un partido más para ninguno de los dos. Forlán en un grande y en el equipo del cual es hincha, necesitado de sumar de a tres. El Loco, espera aguarle la fiesta en el Estadio Campeón del Siglo que ya muestra una cara diferente porque se pintó la Tribuna Damiani con los colores del club.

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