Un hombre violó a una joven de 21 años: le dijo que si se resistía la mataría y que nadie la encontraría porque él tenía los documentos. Bajo amenaza, la mujer se vio obligada a tener relaciones y luego lo denunció. La policía capturó al acusado y la fiscalía lo llevó ante la Justicia, pero el juez desestimó que el imputado fuera a prisión preventiva mientras durara el proceso penal y lo envió a su casa, donde cumple prisión domiciliaria, según consta en el escrito de la fiscalía publicado en su web.
La mujer que denunció el caso dijo que se había negado a subir al auto del acusado mientras se trasladaba hasta la terminal de ómnibus del balneario de Valizas (Rocha) para dirigirse a Montevideo. Pero ante la insistencia del hombre, se subió. Como tenía miedo, le sacó una foto, que luego sería de prueba clave para detenerlo. Sin embargo, él no se detuvo en la terminal, sino que siguió hasta La Paloma, porque según el hombre a ella le convenía tomarse un ómnibus desde allí.
Sin embargo, el acusado tampoco se detuvo en ese balneario y siguió conduciendo por la ruta. Dijo que quería parar en alguna parte para tomar mate, por lo que dobló y se metió en un descampado, según reveló el fiscal del caso, Fernando Valerio, en el escrito con el que solicitó a la Justicia el inicio de la investigación penal.
En el descampado, el presunto agresor le recordó que ella tenía su mochila con todos los documentos en la parte de atrás del auto, y que matarla y hacerla desaparecer era algo muy fácil. "La víctima, asustada, le dijo al imputado que le haría lo que quisiera si él no la mataba. En ese momento el imputado cometió los hechos denunciados", escribió el fiscal Valerio, quien se negó a hacer declaraciones ante la consulta de El Observador.
Ya en la ruta de nuevo, tiempo después se detuvieron en una estación de servicio. Ella aprovechó ese momento para ir al baño y también sacarle una foto a la matrícula del auto. En ese instante evaluó no volver a subirse, pero de todos modos lo hizo porque sus documentos seguían en la parte trasera del vehículo.
Luego, en la carretera, él pretendió conocer datos personales de la víctima, pero ella logró que fuera al revés: que fuera el hombre quien diera sus datos, y así ocurrió: él le envió una solicitud de amistad por Facebook y le dio su número de celular. "Actuaba como si nada hubiese pasado", contó la víctima al fiscal.
La mujer no llegó a la capital porque pidió bajarse antes, en Ciudad de la Costa, donde decidió reunirse con una amiga. Y fue en esa zona de Canelones –donde vivía– que radicó la denuncia y un equipo médico realizó el protocolo para corroborar la violación.
El fiscal Valerio pidió ante la Justicia que se resolviera contra el hombre una prisión preventiva, pero el juez decidió que el imputado esperara el desarrollo del juicio bajo régimen de prisión domiciliaria. Durante 90 días, deberá permanecer en su casa desde la hora 20 hasta las 6 del día siguiente. Sin embargo, el magistrado también entendió que era necesario tomar algún recaudo, porque dispuso que se le aplicara un "dispositivo de rastreo electrónico", según consta en el sitio web de la Fiscalía General de la Nación.
Valerio, que lo acusó de delito de violación –que de acuerdo a la ley tiene como pena de 2 a 12 años de prisión–, apeló la decisión.
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