La amenaza es una oportunidad

Úrsula Bahillo fue asesinada el lunes 8 de febrero en Argentina por su exnovio Matías Martínez. La autopsia reveló que sufrió al menos 15 apuñaladas.

El hecho significativo está en que la víctima denunció muchas veces a Martínez. Ninguna de esas veces sirvió para impedir lo que pasó. Una denuncia, dos denuncias, tres denuncias, y más. ¿Hasta cuándo?

Matías Martínez no solo ejercía violencia física contra Úrsula, sino que también la amenazaba de muerte. Entre tantas situaciones e inoperancia por parte de la policía, voy a poner foco en una situación para visibilizar la gravedad a la que nos enfrentamos.

Martínez violó la perimetral. Úrsula decidió denunciar, pero se encontró con que no le tomaban la denuncia porque los fiscales “no trabajaban el fin de semana”. ¿Qué es esa irresponsabilidad, ignorancia y hasta diría maldad?

Dentro de la atrocidad que es que alguien te amenace, hay que poner el foco en que te están dando una oportunidad. Por más raro que parezca leer esto: la amenaza es aviso.

Hay que estar más atentos a las amenazas. Nos dan la oportunidad de, en muchos casos, sobrevivir. Entonces lo importante después de una amenaza queda del lado del Estado: la policía, la justicia. Denunciar la amenaza es el primer paso, el segundo es que te tomen en serio. ¿Qué patético no?

¿Dónde están las garantías, las certezas, el buen accionar? Necesitamos policías capacitados, conscientes, responsables. Ellos son quienes reciben la denuncia y el primer escalón de una escalera que debería llevar a la justicia.

A la amenaza se le debe dar entidad desde el primer momento. No se sabe si se va a convertir en hecho; pero como dice el dicho: más vale prevenir que curar.

La amenaza es una chance —a veces más de una— de actuar con todo el peso de la ley, con las medidas cautelares correspondientes y mucho más importante: eficaces. ¿Qué es una denuncia si solo queda archivada? No sé cómo funciona todo el sistema, pero no puede ser que desampare tanto lo que debería protegerte.

¿Está mal el sistema de justicia o están mal quienes lo manejan? ¿Son las leyes o la forma de accionar? Este caso sucedió en Argentina, pero puede pasar en cualquier parte del mundo y creo que todos nos debemos no solo a una reflexión, sino a una verdadera concientización y acción.

Entonces, lamentablemente, si no hay un cambio verdadero, genuino y de raíz, vendrá una nueva denuncia o, mejor dicho, la misma inacción y el mismo desenlace: una denuncia más archivada y en el peor de los casos una vida menos.