La reina Isabel compartió el té con Biden, quien la invitó a la Casa Blanca

Con traje floreado y sombrero rosados, la soberana de 95 años, enmarcada por Joe Biden y su esposa Jill, asistió a un desfile de guardias de honor, vestidos con el tradicional uniforme rojo y su bonete negro con pelos de oso, en el patio de la residencia a donde se retiró desde el inicio de la pandemia.

Los líderes escucharon los himnos británico y estadounidense bajo un sol radiante, y luego entraron para tomar el té antes de que Joe Biden partiera para Bruselas, donde participará el lunes en una cumbre de la OTAN.

En el aeropuerto de Heathrow antes de salir del Reino Unido, Joe Biden contó que invitó a la reina a la Casa Blanca. El mandatario la describió como "muy graciosa" y añadió: "No creo que se sienta insultada, me recordó a mi madre".

Ambos ya habían coincidido el viernes en una recepción en Cornouailles (suroeste de Inglaterra), en la primera noche de la cumbre del G7.

La reina cortó el pastel con un sable y causó bromeó con los dirigentes de las grandes potencias al preguntar durante la toma de la foto con los presentes: "¿Tenemos que parecer como si la estuviéramos pasando bien?"

El de este domingo fue el principal compromiso público de la soberana desde la muerte en abril de su esposo el príncipe Felipe, que hubiera cumplido 100 años el 10 de junio.

Salvo Lyndon Johnson, la reina se ha entrevistado con todos los presidentes estadounidenses durante sus 69 años de reinado. También recibió al antecesor de Biden, Donald Trump, en una controvertida visita de Estado en junio de 2019.

En base a AFP.