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La despedida de Lacalle Pou antes de asumir: con gauchos, asado y cantando
"Este es un mensaje de tierra adentro, de que hay una parte de Uruguay que se cansó de la división artificial entre el campo y la ciudad, y eso es algo que hay que zurcir", dijo Luis Lacalle Pou con la voz quebrada a "la paisanada" en la noche previa a asumir la presidencia. Cerró el sábado 29 de febrero cantando A don José y Campamento del Ayuí junto a los jinetes sobre una tarima.
En la Rural del Prado había más de 1.300 caballos y sus respectivos jinetes, que llegaron desde distintos puntos del país para el encuentro con Lacalle Pou y el domingo serán los encargados de escoltar al presidente en la ceremonia de cambio de mando. Se espera que 3.000 jinetes participen de la escolta.
Lacalle Pou llegó a la Rural y, como de costumbre, pasó un buen rato -aproximadamente una hora- sacándose selfies. Entre una y otra, compartió el asado multitudinario.
Cuando llegó al escenario, dijo que quiere "acompañar y agradecer a la paisanada" por el apoyo. Algunos de los jinetes llegaron incluso desde Rivera en una travesía que les llevó dos semanas. Lacalle Pou también dijo que esta manifestación la toma con "doble sentido". Por un lado es de "satisfacción y alegría" y por el otro "como una obligación, un mensaje".
"El Uruguay es sobre todo de los que están tierra adentro y no tienen voz", expresó el presidente electo.
En la Rural no se veían solo sombreros de paño, bombachas, botas, pañuelos al cuello y pieles curtidas por el sol. Entre las miles de personas congregadas para el encuentro con Lacalle Pou, se podía adivinar quiénes eran los jinetes que habían cabalgado desde distintos puntos del país y quiénes habían llegado sin caballo.
Entre los jinetes estaba Ruben, que se sumó a la patriada desde Maldonado junto a unas cien personas por considerarse "tradicionalista". "Yo soy muy tradicionalista, la política la dejo al costado. Yo vengo más por la tradición" dijo y admitió que toda su vida votó al Frente Amplio, menos en la última elección. También Jorge, que vino al encuentro desde San José: "primero porque a mí me gusta el caballo y me prendo a todas las marchas. Después, porque coincide con la afinidad que tengo con el futuro, casi presente gobierno".
Agó Párez Vilaró, a quien le prestaron un caballo en Maldonado para marchar hasta la asunción, entiende que la llegada de los jinetes a la asunción de Lacalle Pou es "un impulso, una fuerza gauchesca".
Debido a la participación de los caballos en la asunción, está previsto un operativo de seguridad especial –más allá del despliegue para garantizar la seguridad de los diplomáticos y jerarcas extranjeros– que contará con un vallado por toda Avenida del Libertador y 18 de julio. Se estima que el costo del vallado es de unos US$ 40.000, según publicó La Diaria.
