La muerte de una niña de siete años en una casa del Buceo es considerada como un caso complejo por la falta de indicios sobre qué le pasó a la menor. En ese sentido, la Policía espera que la autopsia genere más información sobre las causas de la muerte, informaron a El Observador fuentes de la investigación.
En ese y otros datos en los que trabaja la policía para avanzar en el caso.
La puerta forzada: la madre de la niña, con la que vivía en la casa del Buceo, denunció que su casa había sido robada por dos personas y en el medio del hecho había muerto su hija, de 7 años de edad. En su relato, la mujer dijo que llegó a su casa junto a su hija sobre las 16 horas y notó que "el portón del frente se encontraba abierto" y que dos hombres "con aspectos de indigente" las metieron "a fuerza" dentro de la casa "golpeándolas y pidiendo plata".
La mujer aseguró a la policía que ya conocía a estas personas de verlas dormir cerca de un supermercado de la zona.
Según la madre de la niña fallecida, uno de los ocupantes le tiró "un polvo en los ojos", que provocó que se desmayara y perdiera el conocimiento. Cuando se despertó, los hombres "insistían pidiendo dinero, revolviendo todo y dándole caramelos a la niña", continúa el parte policial.
Cámaras de seguridad: en ese sentido la Policía realiza pericias para saber si la puerta fue forzada o no, y también revisa las cámaras de seguridad de la cuadra para verificar la versión de los delincuentes. La escena que encontró la Policía fue una casa muy revuelta.
La salud de la niña: según informaron a El Observador vecinos y fuentes del caso, la niña padecía una enfermedad que le afectaba el desarrollo. La autopsia también servirá para saber si eso jugó un rol en su muerte.
La resistencia: hay un dato que suele ser importante en investigaciones de muertes dudosas: las uñas de la víctima, lo que, de encontrar información, puede servir para saber si la víctima se resistió antes de morir, o si se trató de una muerte por causas naturales.
