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Los dos capos: uno no cantó pero el otro sí
Cuando fue detenido, Gustavo Lepere, uno de los jefes de la banda que secuestró a la médica Milvana Salomone, se negó a dar detalles de cómo eligieron a la víctima y dijo que había sido al "azar", algo que no convenció a los investigadores.
Ahora que cayó, su compinche, Pedro Leone, sí dio una pista de cómo había sido la elección del móvil: iban por un vecino que vive en Parque Batlle, pero como el día señalado no aparecía y la zona estaba llena de policías porque se disputaba el partido clásico, vieron a Salomone llegar a su casa y se la llevaron a ella.
¿Y por qué eligieron a ese vecino de Parque Batlle? Como en una cinta de Moebius que no lleva a ningún lado, Leone dijo que a ese vecino lo habían elegido también al "azar", luego de haberlo seguido durante algunos días, según declaró en el juzgado.
En parte, con el procesamiento de Leone se termina por confirmar efectivamente que Salomone fue elegida al azar, pero si esa explicación resultaba poco creíble para investigadores, operadores policiales y analistas de diverso origen que opinaron sobre el asunto, la respuesta del delincuente parece llevar el caso a otro punto muerto. ¿O no?
La valoración que se hace en estas horas sobre las declaraciones de Leone difiere según surja de fuentes policiales o judiciales. Fuentes del Poder Judicial dijeron que el hecho de que el vecino de Parque Batlle haya sido elegido luego de una serie de seguimientos surgidos de haberlo visto en la vía pública, quizás no permita avanzar ni siquiera en saber el nombre de la víctima que no fue. En cambio, en filas de la Policía existe la esperanza de que una profundización de la investigación permita no solo identificar a ese hombre sino encontrar una explicación más elaborada que la que declaró Leone.
De recorrida
Al declarar ante la jueza Sánchez, que el jueves ordenó su procesamiento con prisión, Leone "admitió que estuvieron algunos días observando a un hombre en la zona del Parque Batlle".
Antes, según dijo, "salieron varias veces a distintas zonas de Montevideo a buscar un coche para secuestrar, autos de media gama; se descartó que fueran personas mayores por miedo a que sucediera algo en la salud".
Leone también contó en el juzgado cómo surgió la idea de comenzar a hacer secuestros. Aseguró que la iniciativa fue de Lepere, a quien conoció años atrás en Cárcel Central. Se reencontraron "hace dos o tres meses", aunque no especificó en qué circunstancia, y dijo que su excompañero de reclusión "le propuso la construcción" del pozo en el que luego estuvo cautiva Salomone.
En su mayoría, los US$ 300 mil que la familia de Salomone pagó por el secuestro, Leone y Lepere pensaban repartirlos entre ellos para luego trasladarse a Argentina. A tres de los otros cinco miembros de la banda se les iba a entregar US$ 10 mil, entre ellos, al joven de 18 años que fue al Molino de Pérez a retirar el dinero y que también fue a prisión.
"Mayor importancia"
El subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, aseguró ayer que la banda de secuestradores planificaba cometer el delito en perjuicio de una persona de "mayor magnitud y mayor importancia" que Salomone."Esta organización necesitaba tener recursos económicos para poder seguir operando y volver a insistir sobre el objetivo anterior. Y decidieron secuestrar a una persona que tuviera posiblemente poder adquisitivo alto. Eligieron lo que se les presentó en ese momento, que era una persona con una camioneta de un valor importante", dijo Vázquez.
En tanto, el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, dijo a radio El Espectador que no hay certeza sobre quién era la víctima original. "Y tampoco queremos cometer errores", afirmó.
