Luego días de debates virtual -y tras la oposición inicial de México- los principales países productores de petróleo del mundo llegaron este domingo a un acuerdo para recortar la producción a nivel global.
Según trascendió, los estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) reducirán la producción mundial de crudo en aproximadamente un 10%, el mayor recorte en la historia del grupo.
La reducción se planteó tras una abrupta caída en la demanda causada por la crisis que generó el coronavirus y una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.
Aunque la OPEP no ha confirmado los detalles del acuerdo, varios estados miembros del grupo informaron que incluirá un corte de 9,7 millones de barriles por día (bpd).
El ministro de energía de Kuwait, Khaled Ali Mohammed al-Fadhel, indicó en Twitter que la reducción entraría en vigor el próximo 1 de mayo.
Se estima que la demanda mundial de petróleo ha disminuido en un tercio a nivel global, ya que más de 3.000 millones de personas están encerradas en sus hogares debido al brote de coronavirus.
Como resultado, los precios del petróleo se desplomaron a un nivel no visto en casi dos décadas, luego de que la Opec+ falló en acordar los recortes.
Las conversaciones se complicaron por los desacuerdos entre Rusia y Arabia Saudita, que iniciaron una guerra de precios.
Pero el 2 de abril el valor del crudo aumentó después de que Trump señalara que esperaba que los dos países pusieran fin a la disputa.
Los detalles iniciales del acuerdo, descritos por la Opec + el jueves, habrían visto al grupo y sus aliados recortar 10 millones de barriles por día o el 10% del suministro global a partir del 1 de mayo.
Se esperaba que otros cinco millones de barriles fueran cortados por otras naciones fuera del grupo, como Estados Unidos, Canadá, Brasil y Noruega.
De acuerdo con el plan, los recortes se reducirían a ocho millones de barriles por día entre julio y diciembre.
Luego serían pasarían a seis millones de barriles entre enero de 2021 y abril de 2022.
Sin embargo, México rechazó el proyecto.
Tras más de diez horas de conferencia la pasada semana, la secretaria de Energía mexicana, Rocío Nahle, se negó a aceptar la petición de que su país redujera la producción en 400.000 barriles por día -después fue rebajada a 350.000- y limitó su contraoferta a 100.000 barriles.
Pero tras el acuerdo fallido, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que Trump le llamó en la noche del jueves para preguntarle por qué no había aceptado.
Tras la conversación, EE.UU. aceptó reducir otros 250.000 barriles de su producción para asumir los recortes que México no quiso hacer, y que ascendían al 23% de su producción total.
"Nosotros nos sostuvimos hasta el final, porque nos ha costado mucho esfuerzo aumentar la producción", justificó el presidente mexicano, quien insistió en que fue un "rotundo fracaso" que gobiernos anteriores la dejaran caer "durante 14 años consecutivos".
AMLO confío en el buen resultado del acuerdo alcanzado. "Se espera que con esto aumente el precio del petróleo crudo y que esto compense, pero sobre todo se ayuda a estabilizar la economía, los mercados, y consideramos de mucha utilidad. México está aportando".
Trump confirmó su trato con México horas después, pero subrayó que será una especie de préstamo y que aún no está aprobado.
"Ellos nos lo reembolsarán luego, cuando estén listos", dijo a la vez que destacó la buena relación con México por su trabajo conjunto en la frontera para frenar la entrada de migrantes indocumentados.
El analista independiente del mercado petrolero Gaurav Sharma dijo a la BBC que el acuerdo pactado el domingo fue "marginalmente más bajo", en comparación con los 10 millones de barriles por día que se anunciaron originalmente el jueves.
"Ahora ha resurgido un acuerdo reconfortante que tranquiliza a México para calmar el mercado, sin embargo, si se miras de cerca, aparecen las dudas las dudas", indicó Sharma.
"La mayor parte de los recortes de producción se basan en que Rusia y Arabia Saudita reduzcan en 2,5 millones de barriles por día de los niveles acordados, y algo inflados, de 11 millones de barriles por día", consideró.
De acuerdo con el experto, no obstante, el recorte anunciado podría no ser suficiente.
Y es que las previsiones de una caída de la demanda en el verano parecen ser "nefastas": incluso los pronósticos más optimistas apuntan a una reducción de 18,5 millones de barriles por día.
"El anuncio puede detener el sangrado, pero no puede evitar lo que probablemente sea un verano terrible para los productores de petróleo con el potencial de arrastrar los precios del por debajo de $ 20", consideró.
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