Mientras que el PIB de China aumentó el 4,5% el primer trimestre, en Europa y Estados Unidos están casi estancados

La Eurozona -los 20 países que usan el euro como moneda dentro de la Comunidad Económica Europea de 27 naciones- tampoco llegó a las expectativas y su crecimiento económico fue del 0,1% en este mismo periodo, aunque se esperaba un aumento del 0,2%.

El indicador más amplio de la producción económica estadounidense se debilitó después de crecer un 3,2% de julio a septiembre y un 2,6% de octubre a diciembre. En el primer período trimestral de 2023, no llegó a las expectativas de economistas encuestados por Bloomberg que pronosticaron un 1,9%, sino que su crecimiento logró apenas el 1,1%.

Según esta agencia especializada en temas económicos y financieros, este panorama de menor crecimiento se debe al impulso agresivo de la Reserva Federal, que esperaba controlar la inflación. Aunque su objetivo se ha logrado mes a mes hasta el punto de que la tasa llegó en marzo al 5% interanual, todo indica que unos datos débiles en torno al PIB es el precio que se debe pagar para enfriar la economía.

Este lento crecimiento económico puede traer eventual recesión, que se traduce en menos empleo y resulta una alarma para el presidente Joe Biden que acaba de lanzar su candidatura para un segundo período presidencial.

El economista Andrew Hunter de la consultora Capital Economics, citado por el portal France 24 dice que “la economía tuvo menos impulso al comienzo de este año de lo que se pensaba. Seguimos esperando que el lastre de las tasas de interés más altas y el endurecimiento de las condiciones crediticias empujen pronto a la economía hacia una recesión leve”.

La Zona Euro, que incluye a los 20 países que comparten el euro como moneda, dejó confundidos a los consultores y analistas que esperaban un aumento del PIB mayor, menciona la consultora Eurostat.

Según su informe publicado este viernes 28 de abril, entre enero y marzo de 2023, la zona avanzó en 0,1%, mientras economistas encuestados por la agencia de noticias Reuters estimaban un incremento de por lo menos el 0,2%.

Alemania, la mayor economía de la Eurozona, cerró el primer trimestre de 2023 en estancamiento del 0 % frente al trimestre anterior, cuando registró un retroceso de 0,5 %.

Francia, en cambio, la segunda economía europea y el país que ha experimentado fuertes manifestaciones por el proyecto y aprobación de la reforma pensional, tuvo un crecimiento del 0,2%.

Para la Unión Europea (UE) en su conjunto, incluyendo a los países del bloque que no utilizan la moneda común, se registró un avance de 0,3% con relación al trimestre anterior.

En 2022, la UE registró con China un déficit de 395.700 millones de euros, lo que supuso un aumento respecto a los 250.300 millones del anterior año 2021.

En contraste, la economía china, el segundo país más poblado del planeta después de la India y la segunda economía mundial después de Estados Unidos, el crecimiento del primer trimestre fue del 4,5 % del PIB.

China avanza en su comercio exterior no solo con los países de economías de mediano y bajo desarrollo, sino que su comercio con el continente europeo fue aumentando en los últimos años con un problema delicado para la Comunidad Económica Europea: el flujo crece de modo acelerado desde China a Europa y se mantiene estancado en el camino inverso.

Los datos muestran que el déficit comercial de la Unión Europea con China se duplicó en los últimos siete años. Este impulso con que Beijing comenzó el año, supone también un desafío a los europeos.

Para ponerlo en números, solo el año pasado, el déficit comercial de € 248.900 millones cuando en 2014 se ubicaba era de € 111.400 millones. Según Eurostat, en 2021 China fue el primer país de la Unión Europea a nivel de importaciones de bienes, con un 22,4% del total, pero solo el tercer socio a nivel de exportaciones, con el 10,2% de sus ventas al exterior.

El crecimiento de China en este primer trimestre del 4,5% interanual estuvo por encima de muchos pronósticos. Este aumento del PIB en buena medida es por las restricciones de tres años debido al Covid-19. China fue por lejos el país que mantuvo medidas de encierro no solo hogareño sino de controles muy estrictos en las fábricas y el comercio.

En 2022, el PIB de China había sido del 3%, que para ese país es bajo. Constituyó el segundo peor dato en más de cuatro décadas.

Tanto el consumo como las exportaciones jugaron un papel clave en el repunte.

La Oficina Nacional de Estadísticas de China publicó un comunicado firmado por su vocero, Fu Linghui, que destaca la importancia de ese 4,5%, pero advierte los desafíos porque “el entorno internacional sigue siendo complejo y cambiante, las limitaciones derivadas de una demanda interna insuficiente son evidentes y los cimientos de la recuperación económica no son sólidos”, según lo consigna la agencia Reuters.

El dato del primer trimestre, en cualquier caso, se encuentra por encima del de los últimos tres trimestres y resulta un incremento del 2,2% con respecto al último trimestre de 2022, marcado por una ola de contagios de coronavirus registrados en China.