A una semana del
asesinato del comerciante judío en Paysandú, el presidente de la organización B'nai B'rith, Eduardo Kohn dijo no creer que el
homicidio haya sido causa de un "lobo solitario", por lo que se extendió una "alarma roja" a otros países lationamericanos.
"Acá evidentemente, de alguna manera, alguien ha penetrado a través de una computadora o de otras vías en el pensamiento (...) la mayoría de las veces los ataques son individuales (...) lo que está coordinado es la incitación al odio, no hay ninguna duda", sostuvo.
Según Kohn, las expresiones de antisemitismo han sido "más exponenciales" en Uruguay desde 2014 y con este último caso despertaron una especie de "alarma roja" que se expandió también en Argentina, Chile, Brasil y otros países de Centro América.
Aun así, dijo que el asesinato de David Fremd marcó un antes y un después para Uruguay, determinando "un posicionamiento muy malo" como país.
"Hasta ahora estábamos en una situación de violencia verbal y en redes sociales, la que era muy mala y estaba llegando a ciertas alturas muy inconvenientes sin un combate adecuado (...) Pero ya una muerte es distinto. Matar a alguien por ser
judío, eso quiebra la sociedad y además le hizo un daño que al Uruguay entero que como país no nos merecemos", expresó.
En ese sentido, dijo que Uruguay debería tomar medidas desde el ámbito educativo para prevenir este tipo de situaciones y enseñar a "vivir en la diversidad".
"Esto es la eclosión de un proceso (...) Los 4 km que había en la Interbalnearia de paradas pintadas que decían 'Fuera judíos del Uruguay', las agresiones físicas en la calle a alumnos de colegios judíos (...) o agresiones en los ómnibus. Da la impresión de que la sociedad precisa una especie de golpe muy bajo para reaccionar abruptamente y decir: '¿Ahora qué hacemos?'. Pero el problema está en la educación", concluyó.