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Policías de 15 países latinoamericanos coordinados por Interpol incautaron US$ 5.000 millones en drogas
Más de 200 toneladas de droga, 8 mil armas de fuego y 15 mil detenidos, además de la liberación de personas secuestradas por algunas de las mayores organizaciones criminales de la región, fue el resultado de Gatillo IX (Trigger IX, en inglés), un megaoperativo coordinado por Interpol en las últimas semanas.
La operación fue resultado de la coordinación de las autoridades de quince de 15 países de América latina que, reunidas por Interpol, compartieron su información sobre bandas delictivas para concretar durante tres semanas este megaoperativo.
En concreto, las policías intercambiaron inteligencia sobre el funcionamiento de bandas criminales internacionales como el Primeiro Comando da Capital (PCC), con base la ciudad brasileña de Sao Paulo, y la Mara Salvatrucha, originada en El Salvador, pero ramificada en varios países.
Interpol evaluó que los arrestos interrumpieron el funcionamiento de varias pandillas poderosas que operaban en la zona, además de desbaratar una organización de trata de personas en Paraguay, donde once personas se encontraban en poder de una red local.
Coordinación de norte a sur
La lista completa de países participantes en esta operación son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Todos integran la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) que reúne a las Policías de 195 países con sede en Bruselas.
Los expertos de estos países se reunieron en un centro de operaciones en Foz do Iguazú, ciudad fronteriza de Brasil con la Argentina y Paraguay, del 12 de marzo al 2 de abril.
Interpol viene advirtiendo que el contrabando de armas fortalece el poder de las pandillas y alimenta aún más sus actividades delictivas.
"El hecho de que una operación contra armas de fuego ilícitas haya resultado en incautaciones tan masivas de drogas es una prueba más, si es necesario, de que estos delitos están entrelazados", dijo el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, sobre las 203 toneladas de cocaína y otras drogas encontradas.
Según las fuerzas de seguridad, el año pasado se registró un aumento de la violencia relacionada con las drogas, alimentada por el tráfico de armas de fuego ilegales. En la operación también se descubrieron casos de corrupción, fraude, delitos contra el medio ambiente y actividades terroristas.
La agencia policial explicó que se incautaron grandes cantidades de municiones incluso en países que hasta ahora no se habían asociado con la violencia armada a gran escala.
Por ejemplo, en Uruguay se requisaron 100.000 piezas de munición, la mayor cantidad jamás incautada en el país. En este caso, fueron dos ciudadanos europeos quienes las habían metido de contrabando, lo que muestra la necesidad de compartir inteligencia internacional, dijo Interpol.
En el caso de las armas recuperadas y rastreadas en Centroamérica, más de la mitad proceden de los Estados Unidos. En México este número asciende al 70% y ronda el 80% en el Caribe, según la agencia estadounidense de control de armas ATF.
Las grandes organizaciones
En el operativo fueron arrestados miembros del grupo de crimen organizado brasileño Primeiro Comando da Capital (PCC) y de la Mara Salvatrucha, originaria de El Salvador.
Las bandas criminales en México, América Central y del Sur están cada vez mejor armadas y la Policía local a menudo se ve superada en poder de fuego cuando se enfrenta a ellas.
La Mara Salvatrucha, también conocida como MS-13, sigue controlando gran parte de la trata de personas, así como el contrabando de drogas y armas en Centroamérica.
En el caso del PCC, nacido en Brasil hace casi 30 años, no es sólo hegemónico en su lugar de origen, sino también en el resto de la región. Cuando surgió en una cárcel de máxima seguridad en Sao Paulo, el objetivo del PCC era mejorar las malas condiciones que los presos aseguraban sufrir.
Pero fue en mayo de 2006 cuando se vio su verdadero músculo hasta escalar como la organización criminal más dominante de este país.
Entonces orquestó varios motines carcelarios y atacó comisarías estatales que dejaron más de 30 agentes de seguridad muertos. En Sao Paulo se decretó el toque de queda y se sembró el caos. Más de 500 civiles perdieron la vida en medio de los enfrentamientos entre la Policía y la banda.
"La creación del PCC mejoró la calidad de vida de muchos presos, que encontraron protección pagando una cuota mensual", contó a BBC Mundo Carolina Sampó, coordinadora del Centro de Estudios sobre Crimen Organizado Transnacional.
El grupo fue creciendo y, una vez que salían de las cárceles, sus miembros se instalaban en la periferia de las ciudades más pobladas. En el caso del PCC, lo hicieron en Sao Paulo.
Luego se expandió para operar a nivel internacional con el dominio de un negocio rentable para este tipo de bandas: el control de las rutas del narcotráfico.
Según un informe redactado por Sampó para el Real Instituto Elcano en 2019, el PCC tiene más de 29.000 miembros, de los cuales alrededor de 7.000 están encarcelados.
No trascendió por parte de Interpol cuántos de sus miembros fueron detenidos en la megaoperación Gatillo IX.
Las autoridades relacionaron a este grupo con el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en mayo de 2022 cuando estaba de luna de miel en Colombia. El fiscal Pecci investigaba casos de corrupción y lavado de dinero de alto perfil en su país.
(Con información de BBC Mundo)
