¿Qué es la tecnología blockchain y para qué sirve?

En primer lugar, muchos comentan que la blockchain o una cadena de bloques es una especie de internet, en el que se guarda y comparte información de manera descentralizada. Para otros, es un libro contable en el que se registran las transacciones de Bitcoin (BTC), y de otras criptomonedas populares como Ethereum (ETH) o Polkadot (DOT).

En realidad, al juntar estas dos definiciones ya somos capaces de comprender qué es una blockchain a grandes rasgos. Sin embargo, debes saber que no existe una sola cadena de bloques, sino que la mayoría de los proyectos criptográficos cuentan con una propia.

Una de las ventajas más importantes de esta tecnología es su dificultad para ser hackeada. Debido a que cada bloque nuevo se une a la cadena al momento de ser minado, la información que registra no puede ser modificada, y en la mayoría de los casos cualquier persona es capaz de comprobar las transacciones que han ocurrido durante el tiempo.

¿En qué se diferencia una blockchain y otra?

Como ya te mencionamos, en la actualidad existen muchísimas blockchains, las cuales se diferencian, entre otras cosas, por el tiempo necesario para crear un nuevo bloque y su capacidad de almacenamiento.

Por ejemplo en la cadena de bloques de Bitcoin (BTC), la madre de todas las criptomonedas, debemos esperar 10 minutos para que un nuevo bloque, con un tamaño de 1MB, sea minado en la red.

Al ser programado de esta forma, la blockchain de Bitcoin es capaz de validar 5 transacciones por segundo (tps). Pero con el paso de los años, nuevas criptomonedas como Solana (SOL) han superado bastante la velocidad de las transacciones por segundo, consiguiendo validar cerca de 400.000 tps.

Si quieres conocer más sobre Solana (SOL) y por qué ha conseguido entrar al top 10 de criptomonedas con mayor capitalización de mercado, puedes revisar el artículo de BeInCrypto en Español.

Otra diferencia importante entre una cadena de bloques y otra es si es pública o privada. Ya que el objetivo de Bitcoin (BTC) es ofrecer una moneda descentralizada con la que es posible administrar nuestro capital sin la participación de un tercero, su filosofía exige operar en una blockchain pública.

No obstante otros proyectos como Ripple (XRP), el cual busca ofrecer una red para que los bancos puedan realizar transacciones internacionales de manera rápida gracias a las virtudes de las criptomonedas, opera bajo una red privada en la que solo algunas personas tienen acceso. De todos modos, esto no impide que puedas comprar la criptomoneda XRP y agregarla a tu portafolio.

Inclusive, existen criptomonedas como IOTA que han conseguido prescindir de los bloques y los mineros (o validadores), por lo que en esencia su red no trabaja con una blockchain como lo hacen la mayoría.

Por esto, la blockchain es muy importante para el desarrollo de las criptomonedas y nuevas tecnologías como las finanzas descentralizadas (DeFi), los tokens no fungibles (NFTs) y el metaverso.