Qué hacer y qué no en tu próxima entrevista laboral

Encontró un aviso, lo llamaron, ahora es tiempo de no embarrarla en su primera entrevista laboral. Tips para dar la mejor impresión

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02 de diciembre de 2015 a las 05:00

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Por Daniel Ríos

Cada vez que somos evaluados solemos ponernos nerviosos. Existen pocas instancias que nos pongan tan bajo presión como una entrevista laboral. En estos casos es bueno saber qué cosas pueden funcionar a nuestro favor y qué cosas pueden perjudicarnos. Por eso consultamos a una especialista para saber qué hacer y qué no en la próxima postulación.

Estudia a tu posible empleador

La búsqueda laboral suele comenzar con el envío de un currículum. Si pasamos ese filtro, llega la hora de la entrevista: una instancia para la cual debemos prepararnos como corresponde. Virginia Maruri, especialista en recursos humanos, explica que es importante tener claro el puesto al que nos presentamos e investigar a la empresa. Una forma de conocerla es darse una vuelta por su página web, buscar artículos en internet o conversar con algunos conocidos. Esto ayudará a romper el hielo con el reclutador y a que el encuentro más que una entrevista sea una charla. "Buscamos que la entrevista sea un intercambio y que al finalizar si el candidato no es el adecuado o si el trabajo no es lo que en candidato buscaba, quede un diálogo avanzado para otro momento", subraya Maruri.

Hacer buenas preguntas y cumplir con los tiempos

Sí, pueden hacerse preguntas durante una entrevista de trabajo. Por ejemplo, si hay alguien ocupando ese cargo actualmente o cuáles son las necesidades más urgentes que entienden existen en el área.

Maruri desaconseja brindar respuestas "de libro". Subraya que "el reclutador ve muchos candidatos y aprecia la honestidad. Del mismo modo es capaz de detectar muy rápidamente a alguien que se está 'vendiendo' y si no logra obtener respuestas verdaderas seguramente esa entrevista no dure mucho". Si te piden que hables de ti mismo o nombres una debilidad es importante hacerlo y no decir "soy excesivamente puntual o demasiado responsable", esas no son debilidades. En cambio podés decir "no soy tan bueno con la atención al detalle, por lo cual tengo que tener el doble de cuidado que alguien con más facilidad que yo". Esto no te perjudicará porque lo importante no son las "debilidades" o características personales sino cómo lidiamos con ellas y que las tengamos claras (el autoconocimiento). Un buen reclutador valorará un candidato que se conoce bien, que es sincero y que ha afrontado las situaciones que la vida le ha presentado, aprendiendo de ellas. Y no al candidato "perfecto", ese no existe.

Llegar en hora: la puntualidad sigue siendo importante. Maruri opina que "esto no distingue posiciones, sigue siendo un factor que tomamos en cuenta". Resulta comprensible que si la entrevista laboral está dentro de nuestras primeras cartas de presentación, junto con el currículum vitae, es deseable que la primera impresión no sea la de una persona que tiene poco respeto por el tiempo de los demás. En todo caso, si se llega tarde, siempre es bueno pedir disculpas.

Buena presencia

Esto sí distingue posiciones, ya sabemos que un gráfico, una persona del mundo del software o de la comunicación son generalmente más informales que otros perfiles. De todas formas, cada uno en su perfil, debe cuidar la prolijidad. Un consejo a tener en cuenta es presentarse vestido dentro del rango que corresponde a la posición que se quiere ocupar.

Maruri cuenta que "el entrevistador necesita conocer al candidato rápidamente, lo cual es difícil. Agradecerá que sea honesto y que no se vaya por las ramas. No hacer generalizaciones del tipo 'soy muy responsable o me gusta siempre hacer más de lo que me piden'. Eso al reclutador no le dice absolutamente nada. En vez de esto, probablemente pedirá que recordemos una situación de algún tipo y que le contemos cómo la resolvimos. El objetivo es ser sinceros con la respuesta, decir si nos quedamos conformes con nuestra actuación o no, eso le dará mucha más información".

*Virginia Maruri es licenciada en Recursos Humanos y Relaciones Laborales. Posee un posgrado en comunicación organizacional, es coach y se encuentra acreditada en roles de equipo Belbin. Posee amplia experiencia en empresas públicas, nacionales, y multinacionales. Hoy se desempeña como gerenta de Recursos Humanos en Saman.

Qué errores evitar en el currículum vitae

El currículum vitae es la puerta de entrada al futuro empleo, pero también puede ser la puerta de salida temprana.

• No puede tener una extensión mayor a tres páginas o nadie lo leerá, especialmente en el ámbito privado.

• Debe estar bien estructurado, es decir armado especialmente para el llamado en cuestión. Si el llamado es para un puesto de bibliotecólogo, seguramente no aporte mencionar que se es cinturón negro en karate.

• Nunca está de más reiterarlo. Un currículum vitae con aspiraciones no puede tener faltas ortográficas. La tipografía y su tamaño deben guardar cierto sentido común y la información debe ser de fácil acceso. Para asegurarse de este último punto, una buena práctica es mostrarlo a varias personas y conocer su opinión.

• En el caso de incluir experiencia laboral, siempre es bueno acompañar cada cargo con dos o tres hechos que expliquen la tarea realizada, los avances obtenidos en la trayectoria y los desafíos que implicaba la tarea.

• La foto debe ser profesional. No recortar fotos de fiestas, no usar la de nuestro casamiento, no usar lentes de sol, no estar mirando a los costados o al horizonte. Una foto frontal, prolija, de rostro, profesional.

¿Cuándo se puede preguntar por el sueldo?

Para muchos aspirantes, preguntar por el sueldo no es parte de las reglas. Sin embargo, para Maruri "no está prohibido, no debe ser un tema tabú, aunque es importante recordar que es un factor más a sopesar (uno importante claro, pero uno). Primero tratemos de dilucidar si el trabajo y la empresa nos interesan realmente o no, ese es nuestro objetivo en la entrevista. Luego podemos preguntar si ya se tiene claro un entorno salarial, ya que el reclutador puede estar relevando expectativas. En ese caso seamos sinceros al responder cuánto nos gustaría ganar por nuestro trabajo. Otra interrogante es si existe algún tipo de beneficio más allá del sueldo. Puede tratarse de instancias de capacitación pagas por la empresa o algún bono de fin de año. Esto puede ser también materia de negociación y puede inclinar la balanza para que tomemos un puesto que, si solo se tratara del salario ofrecido, no nos interesaría. Si tenemos un piso salarial determinado que no podemos flexibilizar, también es importante que lo mencionemos".

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