A Cristina Fernández de Kirchner la conoció en 2004, durante su primer viaje como presidenta a Nueva York. A pedido de Ernesto Semán, le organizó reuniones con entidades de derechos humanos y una reunión social con gente del mercado.
Javier Timerman, de él se trata, es el financista más consultado por la vicepresidenta argentina, que le pide su opinión sobre temas económicos y financieros. Habla con Cristina de temas políticos, de la situación mundial, o de finanzas en general. Del mismo modo habla también con Augusto Rodríguez Larreta, hermano y asesor del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Máximo Kirchner le manda WhatsApp semanalmente preguntándole cómo ve la situación de la Argentina desde Nueva York, ya que suele vivir más allá que acá. En lo que va del año, hizo cinco viajes entre Buenos Aires y Nueva York, ya que tiene a su familia viviendo allá.
Con Máximo Kirchner logró tener una buena química, y lo ve como un dirigente muy inteligente, lejos de la caricatura que le hacían del nene jugando a la Play todo el día. Incluso, hasta hablaron de un incidente de racismo que hubo en Los Ángeles a principios de los '90.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, es otro de los kirchneristas con quienes chatea este ‘lobo' de Wall Street, que comenzó su carrera de trader en Manhattan en 1986, en el banco suizo UBS, y después fue senior managing director y co-head de Emerging Markets y Global FX en Bear Stearns.
En su teléfono rojo también lo tiene agendado a Alberto Fernández, a quien le organizó reuniones con inversores de Wall Street en Buenos Aires después de las PASO.
Suele decir que lo catalogan como kirchnerista por su apellido, ya que es hermano del excanciller fallecido Héctor Timerman, pero que ‘tiene relaciones' con todos: a Federico Sturzenegger lo conoce desde la época de la Alianza, con Luis ‘Toto' Caputo son amigos, chatea con Hernán Lacunza del mismo modo que lo hace con Ricardo López Murphy, con Pablo López, quien es ministro de Hacienda de Axel Kicillof, o con el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo.
Liberar el cepo
A todos los que lo consultan les dice lo que opina: "Argentina necesita crecer, y para eso necesita liberar el cepo cambiario para poder atraer inversiones. Las empresas multinacionales con liquidez lo único que desean es poder girar dividendos a su casa matriz".
Pese a su cercanía con el kirchnerismo, niega querer meterse en la política, por lo cual descarta cualquier tipo de puesto. Lo que pregona, eso sí, es terminar con la grieta política, y su sueño es poder juntar a Máximo Kirchner con Horacio Rodríguez Larreta.
Otro con los que chatea es con Mauricio Macri, con quien fue vecino de chico, ya que vivían en el mismo edificio de Ayacucho y Posadas y sus respectivos padres, Jacobo y Franco, eran amigos.
A tal punto que, cuando al dueño de La Opinión lo pusieron en arresto domiciliario, el consorcio lo quiso echar, pero no lo lograron por la oposición que puso Franco Macri, quien lo defendió a rajatabla. Luego, cuando Macri padre fue a los Estados Unidos a hacer negocios, Timerman padre lo ayudó con sus contactos.
El padre de Horacio Rodríguez Larreta trabajó con Jacobo en Primera Plana, eran muy amigos, así que sus hijos se conocen de chicos por veraneos en Punta del Este.
Si bien Javier Timerman nació en Argentina, emigró con 16 años de edad a Israel, donde estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Tel Aviv. En 1982, se trasladó a Estados Unidos, país en el que obtuvo el título de Máster en Finanzas Internacionales de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
En el año 2009 fundó, junto a Agustín Honig y Juan Martín Molinari, la firma de servicios financieros AdCap.
El Cronista
