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Reforma jubilatoria: Lacalle logra respaldo de socios y busca personalmente el sí del FA
Convencido de la necesidad de que la reforma sea aprobada en esta administración, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, entregó este miércoles a los líderes de la coalición el anteproyecto que realiza modificaciones al régimen de la seguridad social.
El texto contiene 250 artículos y fue entregado en mano a Pablo Iturralde (Partido Nacional), Julio María Sanguinetti (Partido Colorado), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), Pablo Mieres (Partido Independiente) y Daniel Peña (Partido de la Gente), en una reunión de más de dos horas en la que el mandatario –junto al abogado Rodolfo Saldain, principal redactor del texto– les dijo que el gobierno “está decidido a avanzar” sin medir costos políticos, según reconstruyó El Observador en diálogo con participantes del encuentro.
El presidente hizo esa valoración política y ninguno de los líderes partidarios se expresó acerca del contenido del documento, aunque sí le manifestaron su respaldo en que es necesario realizarla.
"Hay una voluntad expresa de la coalición para avanzar en la reforma. Lo sentimos como un deber de todo el sistema político”, dijo Sanguinetti en rueda de prensa. Mientras que el secretario general colorado habló de un deber ético-político, el nacionalista Iturralde agregó que “todos” eran conscientes “de la necesidad de solucionar este tema". Mieres, líder del Partido Independiente y ministro de Trabajo y Seguridad Social, subrayó que se iniciaba un “proceso de diálogo sobre los contenidos”. Manini Ríos y Daniel Peña se fueron sin hacer comentarios.
Iturralde aseguró que no sería correcto “mirar para el costado” y pensar que los problemas los “solucione el próximo gobierno”. “Por eso esta solución tiene que ser tomada entre todos los actores políticos", manifestó.
Los líderes quedaron en analizar el documento junto a los técnicos de los partidos y se establecerá una nueva reunión para fines de agosto.
Junto al anteproyecto, los cinco recibieron otros tres documentos: una fundamentación, la presentación que hizo Saldain –el autor del texto junto a otros once técnicos– y una guía rápida de los principales beneficios.
En el encuentro, el gobierno también manifestó que la caja de Profesionales y la Bancaria necesitan ser atendidas de forma urgente más allá de la reforma porque en un corto plazo no podrán afrontar sus compromisos.
Lacalle Pou buscará ahora lograr el respaldo del Frente Amplio, una tarea que luce compleja ya que la coalición de izquierda ha expresado su rechazo al diagnóstico realizado por la Comisión de Expertos de la Seguridad Social (CESS).
El viernes a las 11 de la mañana, el mandatario irá hasta la Huella de Seregni para presentarle el documento al presidente de esa fuerza política, Fernando Pereira, la vicepresidenta Verónica Piñeiro y el secretario político Daniel Mariño. Fuentes de Presidencia dijeron a El Observador que la intención es intercambiar ideas, establecer consultas y dejar abierto un “canal directo” para encarar la discusión como un “proyecto nacional”.
El texto será entregado el lunes al diputado del PERI, César Vega.
Lacalle Pou transmitió que tanto los expresidentes Tabaré Vázquez y José Mujica, como el exministro de Economía Danilo Astori, todos han dicho que en este gobierno sí o sí había que reformar la seguridad social.
La reunión con los socios
Más allá de la valoración política de Lacalle Pou, la presentación técnica estuvo a cargo de Saldain, que presidió la CESS y fue corredactor de la reforma de 1996 que creó el sistema mixto con las AFAP.
El técnico mencionó que se ampliarán derechos para generar más "igualdad" en un marco de sustentabilidad y señaló que actualmente cada peso aportado rinde distinto según la “caja”, y que eso genera desigualdad en los beneficios que pueden obtenerse, por lo que es necesario un sistema más flexible.
El gobierno pidió a los líderes no hacer mención sobre el contenido para evitar que se filtre antes de presentarlo al FA. Pese a esto, algunos detalles ya se conocen y otros fueron mencionados por Saldain en una entrevista con Telemundo.
El proyecto, tal como adelantó El Observador, eleva a 65 años la edad de jubilación mínima aunque no abarca a todos los trabajadores: los rurales y los de la construcción tendrán una excepción y no subirán. Comienza en 2027 y se incrementa de forma gradual hasta 2035.
La edad de jubilación de las personas que nacieron antes del 1º de abril de 1966 no se modificará y empezará con los nacidos en 1967.
A su vez, da un período de 20 años –hasta 2043– para que todas las cajas converjan hacia un sistema único diseñado sobre la base del “principio de igualdad”.
Profesores, maestros, policías y militares —entre otros— que están en una lista de "actividades bonificadas" mantendrán los beneficios de cómputo con los que cuentan al día de hoy aunque se creará una comisión técnica para estudiar los cambios.
Saldain confirmó que los militares que dan “servicios de apoyo” –es decir, los que cumplen tareas más administrativas como sanidad– pasarán, luego de la transición, a tener las mismas reglas que otros ciudadanos, dependiendo de las tareas que realicen. Esto supone que tendrán un incremento en su edad de retiro y que haya una distinción entre quienes están en combate y los de apoyo, algo que ya existe en los policías.
"La idea es consagrar valores de equidad, de integralidad en la propuesta. Eso estuvo planteado desde el principio y todos los subsistemas de seguridad social están contemplados en el proyecto. Todo está arriba de la mesa, no hubo nada que se haya dicho que no pueda ser objetivo de análisis", dijo Mieres.
