Docenas de personas, incluyendo algunos niños, que permanecían retenidas en el sótano de una iglesia nigeriana a la espera de una segunda llegada de Jesucristo fueron liberadas por la policía.
Por lo menos setenta y siete personas fueron rescatadas del interior del templo en el estado de Ondo, donde los pastores de la WholeBibleBelieverChurch los mantenían encerrados con la promesa de que ni bien Jesús llegara, sus creyentes ascenderían directamente al Cielo.
De acuerdo con fuentes locales, algunas de las personas estaban retenidas en el templo desde el mes de abril, cuando supuestamente Cristo se haría presente. Como el regreso no se produjo, la fecha de regreso fue cambiada para el mes de setiembre.
El padre de uno de los niños rescatados dijo que le negaban el acceso a su hijo y que algunas personas que quisieron entrar a la iglesia fueron atacadas por los religiosos.
Hay dos pastores detenidos, pero los investigadores deben encontrar evidencia concreta de que los creyentes retenidos fueron obligados a permanecer en los sótanos contra su voluntad.
Nigeria es un país extremadamente religioso donde se veneran distintos credos cuyos líderes son muy respetados y tienen gran influencia entre sus seguidores. No es la primera vez que las autoridades han tenido que intervenir rescatando fieles retenidos por clérigos voluntaria o forzadamente.
En este caso, una mujer despertó la alarma en la comunidad sobre los secuestros después de que a su hija no le permitieran ir a registrarse para rendir examen en su colegio.
Otros vecinos se han quejado por molestias de la iglesia, pero ninguno sabia a ciencia cierta qué sucedía en su interior. Los servicios religiosos se daban las veinticuatro horas y los participantes no dormían mientras duraban las ceremonias.
Cuando las autoridades llegaron a la iglesia, alertados por una mujer a la que le permitían retirar a sus hijos, algunas de las personas se resistían a salir, incluso insultando a los parientes que los instaban a abandonar el lugar.
Durante el interrogatorio policial, los parroquianos insistieron en que ellos ingresaron al sótano por sí mismos después del servicio de los domingos. Según el presidente de un grupo juvenil local, algunos de ellos dijeron que estaban ahí desde agosto y otros estaban desde enero de este año.
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