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Rivera sueña con termas y una inversión millonaria para un hotel 5 estrellas y barrio privado
Durante mucho tiempo, cuando se le consultaba a algún turista sobre qué lo motivaba a visitar Rivera, las respuestas más comunes iban de la mano del turismo de compras.
La llegada de visitantes para realizar compras en los free shops se mantiene hoy como una de las grandes actividades que mueven la economía y el turismo departamental. Sin embargo, son cada vez más las iniciativas que apuntan a promover el turismo en la ciudad como algo más que un paseo de compras.
En ese sentido nació en 2017 Pinares de Cuñapirú, Thermas & Spá, un proyecto de desarrollo turístico e inmobiliario que podría estar en funcionamiento a finales de 2022.
En 2017, los empresarios riverenses Nelson Alonso y Raúl Ferráz decidieron hacer “la quijotada”, en palabras de Alonso, de invertir US$ 1,4 millones para una obra de prospección de aguas subterráneas en el ex Club de Golf Cuñapirú.
Según contó Alonso a El Observador, se contrató a la empresa GeoAmbiente, que brinda servicios de consultoría en hidrogeología, geotécnia, medioambiente, geofísica, prospección y gestión de aguas termales.
La compañía evaluó la situación y dio el visto bueno para que se pudiera realizar una exploración del suelo. La empresa indicó que era factible encontrar aguas termales, y luego se procedió a la contratación de una empresa argentina para el trabajo de perforación.
“Perforamos 758 metros a través de rocas sedimentarias hasta que nos encontramos con el basamento cristalino. A esa altura llegamos a lo que se llama el Acuífero Cuatro Islas, desde donde podemos extraer agua termal de buena calidad, en buena cantidad y con una temperatura de 38,2º, que es 36º a boca de pozo”, explicó Alonso.
Según el informe técnico realizado por la compañía GeoAmbiente, las aguas que se pueden extraer son de temperaturas mesotermales, suavemente mineralizadas, con equilibrado balance de sales, que le confieren propiedades adecuadas para usos recreativos y terapéuticos.
Las bases del proyecto
El 9 de julio de 2019, el proceso de perforación quedó culminado y el pozo de aguas termales fue inaugurado, con la presencia del entonces intendente de Rivera, Marne Osorio, hoy diputado del Partido Colorado, quien cortó la cinta.
“Tenemos un pozo de muy buena calidad. El material de tubería utilizado es de acero galvanizado y filtros de acero inoxidable. Es para que dure 200 años”, aseguró Alonso.
Posteriormente, comenzó el proceso de desmontaje de la máquina de perforar y la posterior instalación del equipo de bombeo definitivo. Este último punto se vio afectado por el inicio de la pandemia y el impacto que tuvo, no solo en la movilidad sino también al bolsillo de los empresarios.
“Finalmente, en marzo de 2021 comenzamos a gestionar la importación de todos los equipos de extracción de agua para explotar las termas”, sostuvo Alonso.
El otro punto que le demandó mucho tiempo al proyecto fue el fraccionamiento. Luego de un año y medio de espera, los empresarios ya tienen el plano de cómo estarán las calles, el plan de aguas pluviales, saneamiento, etcétera y se encuentran trabajando en los últimos detalles.
Inversión extranjera para el despegue
Según explicó Alonso a El Observador, junto a su socio Ferráz deberán realizar una inversión de US$ 1,4 millones adicionales para que el complejo termal pueda estar en funcionamiento.
Mientras trabajan para finalizar el parque termal, que se prevé que esté terminado para finales del 2022, también mantienen reuniones con diversos interesados en invertir en la zona.
En ese sentido, según el empresario, hay negociaciones avanzadas con un grupo inversor europeo que pretende quedarse con el complejo termal, instalar un hotel 5 estrellas y crear un barrio privado dentro de las 43 hectáreas que tiene el ex Club de Golf Cuñapirú. Se estima que la inversión podría llegar a los US$ 50 millones.
“Este es el único gran proyecto que hay en el departamento de Rivera”, apuntó Alonso.
Pinares de Cuñapirú, Thermas & Spá es un espacio de 43 hectáreas en donde se proyectan más de 150 lotes, algunos con suministro propio de agua termal. También, un predio totalmente parquizado, con más de 250 pinos.
Por otro lado, el complejo se encuentra ubicado casi en el centro de la ciudad, a 4 km de la línea divisoria con Brasil, 1,5 km de la ruta nacional Nº5, a 13 km del Aeropuerto Internacional de Rivera y a pocos metros del Shopping Melancia, con paseos de compras, servicios de cobro, zona de espectáculos y plaza de comidas.
Para el actual intendente de Rivera, Richard Sander, quien en el momento de la inauguración del pozo termal era secretario general de la comuna, este proyecto “cambiará el turismo” en el departamento. “Trabajamos mucho desde la administración anterior para que el proyecto no tuviera trabas. Mientras tanto, continuamos invirtiendo en la zona promoviendo el Parque Lineal Cuñapirú, el Jardín Botánico, los semáforos sobre la avenida Italia y el nuevo sistema de alcantarillado sobre la calle Oscar Riera. Hay una enorme inversión de la intendencia pensando en el desarrollo futuro de la ciudad”, expresó Sander en diálogo con El Observador.
Según el intendente, la comuna riverense busca que este nuevo proyecto se sume a los que ya se vienen promoviendo, como el Parque Tecnológico y el Polo Educativo, con la finalidad de convertir a la zona de Cuñapirú en un lugar de “mucho desarrollo” y que le dé a Rivera “un diferencial” respecto al turismo de compras que tiene hoy.
Pinares de Cuñapirú, Thermas & Spá se encuentra en un “punto estratégico” y de “fácil acceso” que permitirá “poner en valor el turismo de compras de la ciudad”, incorporando el turismo termal e integrando otras actividades de ocio nocturno que para el jefe comunal le permitirán a Rivera “pegar el salto”.
Una inversión de este calibre va a significar un gran crecimiento para el departamento, no solo en lo que refiere al turismo sino también a los puestos de trabajo que se generarán. En primera instancia con la instalación de las termas, a lo que se le suma la posible construcción de un barrio privado y el hotel cinco estrellas.
Una vez culminada la construcción, los atractivos turísticos permitirán a los habitantes de la ciudad obtener más y mejores puestos de trabajo.
Finalmente, esas personas que veían en el turismo de compras el gran atractivo de Rivera, tendrán otras motivaciones para acercarse a un departamento que apunta alto.
