En Rosario, Colonia, hay una boca de drogas cada mil personas. En un año, la fiscalía de esa ciudad condenó a cincuenta personas por narcotráfico. La última tanda fue de doce en el marco de la Operación Asterisco.
Según dijeron a El Observador fuentes policiales, en Rosario lo hay todo: consumo y distribución. Impera la cocaína y la marihuana, aunque también hay pasta base. La ciudad, de apenas 10 mil habitantes, cuenta con aproximadamente diez bocas de droga abiertas.
Rosario está situada en una ubicación estratégica. Está a escasos kilómetros de la ruta 1 –por la que viene el tránsito desde Montevideo– y tiene salida por la ruta 2 –que conecta con otras rutas que van hacia el interior del país–. Allí está la entrada, además, al resto del departamento.
La mayoría de las bocas están ubicadas sobre la Costanera a orillas del Arroyo Colla. Muchas veces se detectaron hasta tres bocas en la misma cuadra, pero una vez que las cierran, vuelven a abrir, ya que el narcotráfico es un negocio familiar.
Como si de una herencia se tratara, en algunos casos la venta de drogas pasa del hombre a la esposa, y de la esposa a los hijos. Esto sucede cada vez que algún eslabón de la cadena es requerido por la Justicia. La Policía incluso ha documentado la intervención de niños en el negocio, generalmente como vigilantes de la zona.
Más allá de Rosario, existen vínculos y bandas narco que operan en otras localidades del departamento. En julio se condenaron a 29 personas en Colonia del Sacramento y en noviembre pasado se desbarató una banda de más de 50 integrantes. Los vecinos consultados por El Observador coinciden en que es público el dato en dónde se encuentran las bocas de drogas, y sufren la situación, aunque entienden que es algo también extrapolable a las localidades aledañas debido a la proximidad.
El pasado miércoles 17 de noviembre se detuvo a más de una decena de personas en el marco de la Operación Asterisco. Dos días después, doce involucrados fueron condenados por la Justicia. Según supo El Observador, se trataba de un grupo que ingresaba droga al departamento que traía desde Montevideo, utilizaba a Rosario como entrada, y distribuía a varias localidades. Entre ellas a Ombúes de Lavalle, Florencio Sánchez, Cardona, San José, y la propia ciudad de Colonia. En el marco de la operación se incautaron 561 gramos de cocaína, 63 gramos de marihuana,19 gramos de pasta base, dos autos y una moto, $20.152 y cuatro balanzas de precisión, según informó el Ministerio del Interior.
Ocho meses antes, en marzo, la Operación Murmullo II terminó con la condena de 15 personas. En ese entonces, se incautó cocaína, dinero, marihuana y libretas de conducir, entre otros elementos. Estaba involucrado un inspector de tránsito que cobraba hasta $10.000 por cada libreta falsa que gestionaba.
En noviembre del año anterior tuvo lugar la Operación Murmullo I, que terminó en la condena de 23 personas. Se trataba de una banda que traía drogas desde Montevideo y la comercializaba en varios puntos del departamento.
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