Seguridad social: evaluación global de la reforma propuesta

Finalmente, y luego de un proceso virtuoso de estudio, el Poder Ejecutivo presentó el proyecto de ley Reforma de la Seguridad Social (SSOC).  

El proceso de estudio aportó elementos valiosos. Uno es el de su alto costo fiscal pese a aportes personales (ahorro) y patronales (impuesto al trabajo) elevados en la comparación internacional.  Era sabido, que costos de la  SSOC (casi un tercio del gasto público) y “aportes” eran elevados; era menos conocido que estamos ante valores altos en la comparación internacional.  

Otro aporte de estos estudios, es el de la debilidad de nuestro mercado laboral. No sólo hay un porcentaje excesivo de salarios muy bajos; también demasiadas historias laborales que presentan “huecos” importantes. Adicionalmente la participación de hombres y, especialmente, de mujeres, es relativamente baja en la comparación  internacional. Todo ello muestra un mercado laboral muy débil.

Comprender la debilidad del mercado de trabajo es clave. No hay sistema de SSOC fuerte sin un mercado laboral vigoroso. Tratar de fortalecerlo sólo con recursos fiscales (como hemos hecho) tiene vuelo corto.  

La urgencia de reformar (déficits)  surge por  cambios  demográficos (envejecimiento y caída de la natalidad).

Pero no se trata sólo de disminuir el déficit; se trata también del monto total de gasto. Según estudios internacionales,  nuestro exceso de gasto  en SSOC es por lo menos de 3  puntos del PBI  (US$ 1800  millones  anuales) mayor que el de países con características similares. Los recursos son siempre escasos y menores a las necesidades. Desbordamientos del gasto en la SSOC implican carencias de recursos para otras políticas igualmente relevantes, como la pobreza infantil y la educación.

 La pobreza infantil es porcentualmente diez veces mayor a la de los adultos mayores. Si bien tenemos muy buenas estadísticas de cobertura de la SSOC en la comparación internacional, lo opuesto ocurre con la pobreza infantil. .

En educación, propuestas como la de EDUY 21 resultan inviables porque demandaría un gasto adicional de 1,5% del PBI. Sin embargo el monto mencionado representa  la mitad del exceso de gasto en planteado en SSOC.

Claramente el  exceso de gasto en SSOC no sólo presenta interrogantes de sustentabilidad financiera sino también social. Seguir desconociendo la problemática de la pobreza infantil y de la educación no es sostenible.  

¿Qué evaluación puede hacerse entonces de este proyecto de ley? Como valoración global entendemos que va en la dirección correcta; fortalece la sustentabilidad y solidaridad del sistema.    

Lo primero a destacar es una actitud de afrontar y de no seguir “eludiendo”  el problema. La necesidad de reforma fue reconocida  por todos los partidos políticos; se postergaba (costos mediante)  por razones políticas.“Nada nuevo bajo el sol”: la “dilatación” hasta que la situación se torna insostenible, es frecuente a  nivel internacional y no sólo en nuestro país. Más razón aún para felicitarnos.

¿Cuáles serían aspectos positivos contenidos en la reforma? Destacamos; el hecho de “sincerar” la edad de retiro y de incentivar (pero no exigir) un más  de años de trabajo; de uniformizar  regímenes diversos; de concentrar los subsidios en los más débiles; de corregir  inequidades regresivas (por ej., personas que hicieron aportes pero no definieron “causal”);  de disminuir distorsiones (por ej. el retiro por razones médicas); prever la contribución de las empresas a las cuentas de ahorro individual del trabajador y establecer la figura de un regulador que,  entre otras, corrija la opacidad del sistema.

Naturalmente, la evaluación global también incluye aspectos que entendemos mejorables. Entre éstos destacamos; el costo total de la SSOC post implementación, la participación del régimen de ahorro individual en el sistema y el tratamiento tributario de la contribución de las empresas a las cuentas de ahorro individual

El Proyecto de Ley prevé una reducción del déficit en 2% del PBI (del 11% al 9%). Es un avance aunque es imperativo llegar al 3%. Reiteramos el motivo; hay emergencias a atender y “la frazada es corta”.

Respecto de la disminución del ahorro individual en aportantes al  BPS (en  otros subsistemas se amplía), no lo consideramos deseable por varios motivos. En primer lugar porque habiéndose habilitado la inversión en acciones (del exterior), a largo plazo el componente de ahorro individual tendrá una mejor retribución.

En segundo término porque en la práctica los sistema de ahorro individual son menos vulnerables a cambios en variables demográficas. Como se ha visto éstos están en la base de los problemas que tenemos hoy. 

Resumiendo, la reforma propuesta va en el camino correcto. Terminada la reforma deberá encararse lo más importante: mejorar  el funcionamiento de nuestro débil mercado laboral, mediante actuaciones a varios niveles (p.ej. formativas, de fomento emprendedor, de estímulo a actividades de valor agregado, modernizar el seguro de paro (1), etc ).  

1. Hacia un modelo laboral de “flexiseguridad” que supere fronteras ideológicas”, (El Observador, 20 de abril 2022) Adolfo Díaz Solsona, Jaime Ferrer Marrades, Martín Secco García