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Una frenética carrera contra el reloj y el cansancio acumulado
Búsqueda de sobrevivientes del terremoto continúa pero el tiempo se agota
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22 de septiembre de 2017 a las 05:00
Contra el reloj y el cansancio, las tareas de rescate y ayuda continuaban este jueves en Ciudad de México tras el fuerte sismo de magnitud 7,1 que afectó al país el martes, cuando los muertos ascendían ya a 253 y la esperanza de encontrar sobrevivientes comenzaba a mermar.
A la incertidumbre por la suerte de eventuales sobrevivientes, se suma ahora el agotamiento de muchos de los miles de voluntarios que saltaron a las calles desde que estalló la emergencia, hace 48 horas.
Uno de los focos de atención de las brigadas de rescate era el colegio privado Enrique Rébsamen, en el sur de la ciudad, donde murieron 21 niños y las autoridades creían que una niña, a la que incluso identificaron, estaba con vida, aunque luego se comprobaría que nunca estuvo ahí.
En el céntrico barrio Roma, los rescatistas continuaban batallando en su intento de encontrar a por lo menos 23 desaparecidos en lo que fue un edificio de siete pisos y ahora es una montaña de ruinas.
De los escombros de esa edificación los equipos de socorro pudieron sacar a 28 personas hasta ahora.
"El área está evacuada porque el edificio está en riesgo de caer; estamos esperando a los ingenieros que van a evaluar para ver si hay que derribarlo", dijo un militar frente a un edificio desalojado en la colonia Roma, uno de los sectores que resultó más golpeados por el sismo.
Mientras, imágenes de rescatistas y voluntarios en plena labor se repetían especialmente en la parte centro sur de la ciudad.
También podía verse a soldados armados custodiando edificios desalojados.
Los rescatistas buscan establecer contacto auditivo o visual con posibles sobrevivientes, utilizan micrófonos de alta sensibilidad, sensores térmicos y hasta perros adiestrados que se pasean entre los escombros.
Pola Díaz, una de los célebres topos de México, grupo de rescatistas voluntarios surgido tras el devastador sismo del 19 de setiembre de 1985 que dejó más de 10 mil personas muertas, reclamó a las autoridades que no interrumpieran el trabajo de rescate.
Mientras, en el Parque México del barrio Condesa, la bella arquitectura de inicios del siglo XX contrastaba con el ajetreo y las pilas de alimentos acumuladas en un improvisado centro de acopio.
"Estamos coordinando grupos aunque hay gente que se está desesperando, los tenemos esperando", señaló Fernando Olea, a cargo de un grupo de ayuda civil.
La fuerza física se estaba agotando y el trabajo se hacía más lento. "Traigan gente, estamos cansados", se escuchaba decir a una brigadista.
Numerosos países dieron muestras de solidaridad y equipos de rescatistas de El Salvador, Panamá e Israel ya están en México.
Un funcionario estadounidense dijo a la AFP que un equipo de rescate y maquinaria pesada partió la noche de este miércoles desde el sur de California, tras la llamada de condolencias que el presidente estadounidense Donald Trump hizo a su colega Enrique Peña Nieto.
México se ubica entre cinco placas tectónicas cuyos movimientos lo convierten entre los países con mayor actividad sísmica en el mundo.
El pasado 7 de setiembre, otro terremoto de 8,1, el más fuerte ocurrido en un siglo en México, había causado 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y Chiapas.
"Tenemos la seguridad de que todos los niños o desgraciadamente murieron, están en los hospitales o están a salvo en sus casas", dijo el subsecretario de Marina de México, Ángel Sarmiento, quien aclaró, sin embargo, que sí existen indicios de que una persona viva permanecía bajo los escombros del edificio.
En un breve mensaje a decenas de periodistas reunidos frente a las ruinas del colegio Enrique Rébsamen, el funcionario dijo que las instituciones que trabajan en el lugar están "seguras de que no fue una realidad" la existencia de la menor.
Lo insólito de la historia de la niña inexistente es que se refirieron a ella funcionarios de la Marina y hasta el secretario de Educación, Aurelio Nuño, quien dijo que sus padres no estaban cerca del colegio.
A la incertidumbre por la suerte de eventuales sobrevivientes, se suma ahora el agotamiento de muchos de los miles de voluntarios que saltaron a las calles desde que estalló la emergencia, hace 48 horas.
Uno de los focos de atención de las brigadas de rescate era el colegio privado Enrique Rébsamen, en el sur de la ciudad, donde murieron 21 niños y las autoridades creían que una niña, a la que incluso identificaron, estaba con vida, aunque luego se comprobaría que nunca estuvo ahí.
En el céntrico barrio Roma, los rescatistas continuaban batallando en su intento de encontrar a por lo menos 23 desaparecidos en lo que fue un edificio de siete pisos y ahora es una montaña de ruinas.
De los escombros de esa edificación los equipos de socorro pudieron sacar a 28 personas hasta ahora.
"El área está evacuada porque el edificio está en riesgo de caer; estamos esperando a los ingenieros que van a evaluar para ver si hay que derribarlo", dijo un militar frente a un edificio desalojado en la colonia Roma, uno de los sectores que resultó más golpeados por el sismo.
Mientras, imágenes de rescatistas y voluntarios en plena labor se repetían especialmente en la parte centro sur de la ciudad.
También podía verse a soldados armados custodiando edificios desalojados.
Los rescatistas buscan establecer contacto auditivo o visual con posibles sobrevivientes, utilizan micrófonos de alta sensibilidad, sensores térmicos y hasta perros adiestrados que se pasean entre los escombros.
Pola Díaz, una de los célebres topos de México, grupo de rescatistas voluntarios surgido tras el devastador sismo del 19 de setiembre de 1985 que dejó más de 10 mil personas muertas, reclamó a las autoridades que no interrumpieran el trabajo de rescate.
Extenuados
El otro frente de batalla estaba planteado este jueves contra el cansancio de los rescatistas.Mientras, en el Parque México del barrio Condesa, la bella arquitectura de inicios del siglo XX contrastaba con el ajetreo y las pilas de alimentos acumuladas en un improvisado centro de acopio.
"Estamos coordinando grupos aunque hay gente que se está desesperando, los tenemos esperando", señaló Fernando Olea, a cargo de un grupo de ayuda civil.
La fuerza física se estaba agotando y el trabajo se hacía más lento. "Traigan gente, estamos cansados", se escuchaba decir a una brigadista.
Numerosos países dieron muestras de solidaridad y equipos de rescatistas de El Salvador, Panamá e Israel ya están en México.
Un funcionario estadounidense dijo a la AFP que un equipo de rescate y maquinaria pesada partió la noche de este miércoles desde el sur de California, tras la llamada de condolencias que el presidente estadounidense Donald Trump hizo a su colega Enrique Peña Nieto.
México se ubica entre cinco placas tectónicas cuyos movimientos lo convierten entre los países con mayor actividad sísmica en el mundo.
El pasado 7 de setiembre, otro terremoto de 8,1, el más fuerte ocurrido en un siglo en México, había causado 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y Chiapas.
Llamadas gratuitas
Hasta el 27 de setiembre, ANTEL permitirá llamadas gratuitas desde teléfonos fijos que se realicen a familiares o amigos que estén viviendo en México, informó el director Gustavo Delgado.Buscaron a una niña inexistente
Autoridades mexicanas descartaron este jueves que una niña estuviera atrapada bajo los escombros de una escuela que se desplomó en el sur de la capital de México tras el violento terremoto de magnitud 7,1 registrado este martes."Tenemos la seguridad de que todos los niños o desgraciadamente murieron, están en los hospitales o están a salvo en sus casas", dijo el subsecretario de Marina de México, Ángel Sarmiento, quien aclaró, sin embargo, que sí existen indicios de que una persona viva permanecía bajo los escombros del edificio.
En un breve mensaje a decenas de periodistas reunidos frente a las ruinas del colegio Enrique Rébsamen, el funcionario dijo que las instituciones que trabajan en el lugar están "seguras de que no fue una realidad" la existencia de la menor.
Lo insólito de la historia de la niña inexistente es que se refirieron a ella funcionarios de la Marina y hasta el secretario de Educación, Aurelio Nuño, quien dijo que sus padres no estaban cerca del colegio.
