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Una ola calor produce centenares de muertes de personas sin hogar en Estados Unidos
En Phoenix, la capital del estado de Arizona, la ciudad con más altas temperaturas de Estados Unidos, miles de personas sin hogar sufren temperaturas sofocantes de 45°.
Las carpas y las estructuras de plástico y tela se han multiplicado desde que durante la pandemia aumentó exponencialmente el número de desalojos por deudas hipotecarias, lanzando a las calles a miles de personas que en estos días deben soportar temperaturas que superan los 45°.
Las altas temperaturas producen en Estados Unidos más muertes por causas climáticas que el total de las originadas en huracanes, inundaciones y tornados.
En todo el país, las olas de calor son la causa de más de 1.500 muertes anualmente y se estima que la mitad corresponde a personas en situación de calle, según informó la agencia AP.
Las altas temperaturas se han generalizado básicamente por el cambio climático y se combinan algunos lugares con sequías extremas que generan a su vez más intensas, frecuentes y persistentes olas de calor.
En el condado que incluye a la ciudad de Phoenix, al menos 139 homeless fueron parte de los 339 muertos por causas asociadas al calor en 2021.
De acuerdo con un mapa estacional elaborado por climatólogos voluntarios del Instituto de Investigación Internacional de la Universidad de Columbia, este verano tendrá temperaturas por encima del promedio normal en la mayoría de las áreas terrestres del mundo.
El último verano, en Estado Unidos, la ola de calor afectó al Noroeste y en la ciudad de Seattle, la gente dormía en los patios o en las terrazas o se alojaba en hoteles con aire acondicionado. Varias personas en situación de calle murieron debido al calor.
En los suburbios de Portland, voluntarios repartían agua y helados en los campamentos y funcionarios municipales abrieron centros con aire acondicionado que funcionaban 24 horas.
En Boston, se estudian distintas formas de proteger barrios como Chinatown, donde la densidad poblacional y el escaso arbolado ocasionan registros de temperatura que superan algunos días los 45°. La ciudad planea tomar medidas como incrementar el arbolado y otras formas de apantallado que brinde más sombra, como el uso de materiales más reflexivos del calor en los techos y expandir la red de centros de con aire acondicionado durante las horas de calor.
Pero no es un problema estadounidense solamente, según un análisis de Associated Press sobre una planilla de datos publicada por la Universidad de Columbia, la exposición a calores extremos se ha triplicado y afecta ya a una cuarta parte de la población mundial.
En la primavera pasada, una cola de calor afectó gran parte de India y Pakistán, donde existe una gran proporción de gente sin hogar, y alcanzó valores extremos como Jacobabad, en Pakistán, donde se registraron temperaturas de cincuenta grados en mayo.
En Europa se han abierto centros con aire acondicionado para homeless, ancianos y otras personas vulnerables y en algunas ciudades, como Madrid, voluntarios recorren las calles en bicicletas distribuyendo agua y hielo en los momentos de mayor temperatura. No obstante, alrededor de mil trescientas personas siguen muriendo cada verano por causas vinculadas a las altas temperaturas.
David Hondula, un climatólogo que dirige una oficina para mitigación del calor, afirma que son necesarias más soluciones para proteger a las personas vulnerables que son "200 veces más propensas a morir por el calor" que aquellos que gozan de adecuada protección.
