La muerte había sido catalogada como extraña porque no existían signos de violencia
La muerte de una reclusa de 48 años que falleció pocas horas después de ingresar a la Cárcel de Mujeres se debió a que un paquete con droga que tenía dentro de su cavidad vaginal se explotó en su cuerpo, informaron fuentes del caso a El Observador.
El fallecimiento se produjo en la madrugada del jueves. La mujer había entrado a la cárcel en la noche del día anterior, luego de una investigación que llevó adelante el fiscal de Estupefacientes Rodrigo Morosoli.
La investigación inició con la indagatoria de una red de distribución de droga en cárceles, que llevó a esta mujer, que semanalmente visitaba a decenas de presos de distintas unidades. En esas visitas, entregaba droga a los reclusos.
Morosoli había logrado la imputación el martes, por lo que horas después la mujer fue trasladada a la cárcel.
La muerte de la reclusa, sin embargo, recayó sobre la fiscal Graciela Peraza, que fue quien recibió la confirmación sobre la causa de muerte, que en un principio fue catalogada de extraña debido a que no se registraban signos de violencia.
Según dijeron a El Observador las fuentes, la mujer había sido alojada en un sector nuevo de la Cárcel de Mujeres destinado a reincidentes en delitos vinculados a las drogas.
A las pocas horas empezó a sentirse mal, pero no advirtió en ningún momento –ni a su defensa ni a las compañeras de celda– que llevaba un paquete con droga en su cuerpo.