Joaquín Sánchez Mariño, periodista de Infobae que cubre el proceso electoral en Venezuela, aseguró este jueves en diálogo con Luis Majul que el clima que reina en Venezuela, de cara a los comicios presidenciales en los que se juega la presidencia Nicolás Maduro, es de incertidumbre ante el temor de que el oficialismo no acepte la derrota en caso de perder ante la oposición, y que todo termine "en un descalabro".
"Hay miedo que haya hasta tiros pero las Fuerzas Armadas no quieren disparar contra el pueblo sobre todo porque ven aires de cambio", contó el periodista al describir el panorama en la previa de una elección crucial donde los números de las encuestas no dan favorable al partido de gobierno.
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Sánchez Mariño dijo que este jueves es un día clave debido a que los dos partidos mayoritarios que se enfrentarán el domingo harán sus cierres de campaña el mismo día y en la misma ciudad: Caracas.
"Se cierran las dos campañas, curiosamente se dio en la misma ciudad que coincidieran. De lo que se habla es que precisamente el oficialismo lo hizo (coincidir con el cierre de la oposición) porque un poco la idea era desalentar a la gente regando a la ciudad a hacer cierre a lo largo de todo Caracas. Maduro convocó a movilizarse por distintos puntos de la Ciudad de 10 a 22", precisó.
"Es para desalentar la salida a la calle de la oposición y que sepan y eso amedrente un poco", es otro de los análisis que se hacen.
Sobre la posibilidad de que Maduro pierda el domingo y no acepte los resultados como ya ocurrió en 2019, cuando disolvió la Asamblea, el profesional declaró: "Esto puede terminar en un descalabro. Lo más raro de todo sería una aceptación...si no reconoce y hay fraude la oposición va a salir a protestar", advirtió.
Para el periodista, este domingo en Venezuela se juega mucho más que el destino de ese país. Se juega también el panorama de la región. Los gobierno de Brasil y de Colombia ya tomaron distancia de las políticas de Maduro y ayer el propio gobierno venezolano retiró la invitación al ex presidente argentino Alberto Fernández a que asista el proceso electoral como veedor en desacuerdo con declaraciones suyas.
"Eso muestra que no están muy preparados para aceptar la derrota. No sé si entenderlo como parte de cambio o camino a la radicalización de la dictadura", dijo, y acotó que "si se quedara (Maduro en el poder) volvería a haber una ola migratoria como la que ya se registró hace unos años, muchos 4 o 5 millones se irían. Ya se fue el 24 por ciento de la población".
