En su paso por el programa Majul 107.9, el economista Juan Carlos de Pablo abordó la situación económica del país y la percepción pública sobre los datos recientes. Con su habitual tono directo, de Pablo criticó la confusión generada por algunos medios y colegas sobre la recesión, subrayando que los últimos datos publicados por el INDEC corresponden al segundo trimestre de 2024. "Escuché a más de un colega tuyo hablar como si estuviera hablando del presente", comentó, aclarando que ya estamos al final del tercer trimestre, con señales de que la economía ha comenzado a recuperarse desde abril.
El economista fue claro al afirmar que, aunque la caída interanual del PBI fue del 1,7% entre el primer y el segundo trimestre, los datos sectoriales y su propia experiencia en el trabajo con clientes muestran que la actividad económica empezó a mejorar. "La actividad dejó de caer entre abril y mayo", puntualizó, indicando que esto es visible en sectores industriales y comerciales.
Sin embargo, de Pablo alertó sobre la heterogeneidad en la economía, tanto entre sectores como dentro de ellos. "La realidad es muy distinta dentro de cada sector, y a veces hasta entre fabricantes de un mismo producto", señaló, sugiriendo que la situación económica no puede simplificarse en un solo diagnóstico.
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Consultado sobre el consumo, de Pablo planteó un escenario contradictorio: mientras las estadísticas oficiales reportan una baja, la producción está en alza. "O el consumo está mal medido, o los empresarios son unos tarados totales que aumentan la producción de lo que no van a vender", ironizó. Además, destacó la importancia de considerar otros canales de compra, como las plataformas online, que podrían no estar siendo correctamente incluidas en los cálculos del consumo oficial.
Respecto a Aerolíneas Argentinas y los recientes debates sobre su privatización, de Pablo fue contundente: "¿Quién compra hoy un pasaje de Aerolíneas?". Según el economista, la caída en la venta de pasajes es significativa y pone en riesgo la viabilidad de la empresa. "Si te caen un 50% las ventas y los costos se mantienen, te fundís", advirtió, sugiriendo que el gobierno no podrá mantener indefinidamente la situación actual si no se toman decisiones más profundas sobre la empresa.
Cuando Luis Majul le preguntó sobre las expectativas para 2025 y la posibilidad de que la economía "rebote" el próximo año, de Pablo fue tajante en su respuesta: “Los años no existen, querido, lo único que existe es el día a día”. Con este comentario, el economista dejó claro su escepticismo ante las proyecciones a largo plazo que realizan tanto el gobierno como otros economistas. Para él, las predicciones anuales se reducen a comparaciones estadísticas que, en un contexto tan volátil como el argentino, pierden relevancia. "Cada vez tiene menos importancia hablar de año contra año", señaló, subrayando que la atención debe estar puesta en lo inmediato.
De Pablo puso énfasis en la dificultad de hacer pronósticos en un país con tantas fluctuaciones. “Amigos me preguntan por el presupuesto de 2025, y les digo que hay una sola definición: desde diciembre en adelante, veremos. Todo lo demás es especulación”, sostuvo. Este enfoque pragmático refleja su postura de que las variables económicas están sujetas a demasiada incertidumbre, lo que impide hacer predicciones con precisión. “Yo no veo 2025, no veo ni la semana que viene todavía”, reafirmó, y agregó que el futuro es demasiado fluido para hacer estimaciones definitivas.
Cuando el tema se dirigió hacia la inflación, de Pablo señaló que lo crucial será si el gobierno decide “desesperarse” o no frente a las cifras. Explicó que “desesperarse” implicaría tomar medidas extremas, como congelar precios o aplicar reducciones de impuestos de manera inmediata, con el único fin de mostrar un descenso rápido en los índices inflacionarios. “Si el gobierno se desespera para que la tasa de inflación de septiembre empiece con tres o con dos, entonces estamos en problemas. Lo que realmente me preocuparía es que tomen decisiones solo para el corto plazo”, advirtió.
De Pablo no descartó que pueda haber un salto cambiario en los próximos meses, pero aclaró que no se trata de algo predecible ni de un hecho consumado. "No es un problema de creerle a uno u otro. No hay que tomar decisiones pensando que el salto cambiario es inevitable", explicó, dejando en claro que basar decisiones en previsiones de devaluación podría ser tan dañino como no prepararse para ellas. “Si viene un salto, te jodés, y si tomás decisiones esperando que venga y no pasa, también te jodés. La vida es siempre error tipo 1 o error tipo 2”, comentó, utilizando su característico tono coloquial para simplificar la incertidumbre que rodea a este tipo de movimientos.