Este martes a las 15 horas, la sede del Partido Justicialista, en Matheu 130, le abrirá sus puertas a la cúpula de la CGT. La central obrera, que en la interna del peronismo en la provincia de Buenos Aires se había posicionado del lado de Axel Kicillof, decidió suspender las discusiones intestinas para sumarse a la lógica que impera en todo el peronismo en cuanto a la decisión de respaldar a CFK frente a la confirmación de la condena en la causa Vialidad.
La distancia entre la presidenta del PJ y la cúpula sindical no es una novedad. Incluso después del atentado que sufrió en septiembre de 2022, los sectores gremiales debatieron intensamente si debían convocar a movilizaciones masivas. Hoy, el escenario se repite: mientras algunos sindicatos exigen medidas de fuerza inmediatas, otros prefieren mantener una postura más cautelosa.
El ala combativa de la CGT
Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria y uno de los hombres del sindicalismo cercano al kirchnerismo, es uno de los principales impulsores de un paro activo. "Lo primero que tiene que haber es una gran movilización para acompañarla cuando deba presentarse en los tribunales. Para eso, es necesaria la interrupción de actividades", afirmó el dirigente, quien calificó el fallo como "injusto e inventado, con el único objetivo de proscribir".
En la misma línea se expresó Pablo Moyano, quien tras meses de baja exposición pública reapareció en el domicilio de la ex presidenta para brindarle su apoyo. "Le llevamos el respaldo de los Camioneros y de todos los trabajadores", declaró ante los medios. Sobre la posible medida de fuerza, fue contundente: "Si estoy acá, ¿creen que no voy a estar el miércoles?".
Mario "Paco" Manrique, líder de SMATA, también se sumó al reclamo: "No vamos a permitir que sigan humillando a Cristina", aseguró en diálogo con Tiempo Argentino.
El ala dialoguista de la CGT
Frente a estas posturas, el sector dialoguista de la CGT intenta frenar cualquier medida extrema. Octavio Argüello, actual secretario general del gremio de Camioneros, marcó distancia. "No somos una sucursal partidaria. Si se decide un paro, debe ser por cuestiones más amplias, no solo por este caso", sostuvo en declaraciones a El Destape.
Argüello rechazó además las comparaciones con hechos históricos como el golpe de 1955 o la última dictadura. "Repudiamos el fallo, pero este Gobierno fue elegido en las urnas", recordó.
A horas de la reunión, las diferencias dentro de la CGT son evidentes. Fuentes gremiales admitieron en privado que "no es momento para equivocaciones", en referencia al delicado escenario político que atraviesa el peronismo.
Mientras las dos CTA ya confirmaron un paro para el miércoles, todos los ojos están puestos en lo que decida la conducción de la CGT. El resultado de este martes podría definir no solo la respuesta sindical, sino también el rumbo de la oposición en un año electoral clave.
Más allá de la falta de certeza y el hermetismo en cuanto a la definición de la cúpula de la CGT, ya son por lo menos una decena de sindicatos los que anunciaron el acompañamiento a la movilización que se llevará a cabo el miércoles por la mañana desde San José 1111, la casa de CFK, hasta los tribunales de Comodoro Py.