La pendiente que acosa al poder adquisitivo a lo los trabajadores no se revirtió. El proceso que comenzó a notarse de manera contundente a partir de 2017 se fue acentuando con el tiempo. Así las cosas, el 2024 cerrará con un 43% de los trabajadores ocupados por debajo de la línea de la pobreza. El número trepa al 77,8% entre los desocupados.
Los datos surgen del informe, que ya circula con intensidad dentro de la CGT, realizado por el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD).
El estudio señala que “la inflación de los trabajadores alcanzó un 2,9% en noviembre, cifra que repite el registro de octubre. En términos acumulados, los precios subieron un 123,3% en los primeros once meses del año y un 177,9% en los últimos doce meses. A pesar de la desaceleración interanual de la inflación por séptimo mes consecutivo, el impacto en los ingresos de los trabajadores ha sido devastador”.
Aumento de trabajadores por debajo de la línea de pobreza
En ese contexto los datos relevados por el IET muestran que la pobreza laboral se profundizó en 2024. En los últimos siete años 6 millones de trabajadores fueron empujados a la pobreza. Desde 2017, cuando solo el 18% de los trabajadores eran pobres, más de 6 millones de personas cayeron en esta situación. “La caída en los ingresos generó un fenómeno muy perverso: el de estar incluido en la producción siendo pobre en la distribución”, afirmó Nicolás Trotta, exministro de Educación y director del CCD. Trotta vinculó esta problemática a una caída sostenida del poder adquisitivo desde la segunda mitad del gobierno de Mauricio Macri, que no logró revertirse durante las gestiones posteriores.
El informe detalla que los aumentos de precios estuvieron impulsados por el capítulo de Alimentos y bebidas (+3,3%), particularmente frutas (+5,5%) y verduras (+4,4%), con el resto de los rubros mostrando incrementos menores al promedio general. Además, servicios regulados como Vivienda (+2,8%), Educación (+2,9%) y Salud (+2,7%) reflejan una carga significativa en los hogares, especialmente en un contexto de pérdida del salario real.
Por otro lado, el informe destaca la desigualdad en el impacto de la pobreza dentro del universo laboral. Mientras los asalariados registrados y los trabajadores calificados presentan tasas de pobreza inferiores al 30%, los asalariados informales y los no calificados superan el 60%.
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Durante la cadena nacional del 10 de diciembre el presidente aseguró que el salario promedio aumentó 600 dólares y que hoy está en 1100 dólares.
La información que fue difundida por el IET y que es parte de las conversaciones entre los dirigentes de cara a lo que serán las discusiones paritarias en el año electoral, desmienten los datos que el presidente Javier Milei difundió en la última cadena nacional que protagonizó la noche del 10 de diciembre.