La ex vicepresidenta se presentó como testigo ante el Tribunal Oral Federal N° 6, compuesto por los jueces Sabrina Namer, Adrián Grunberg e Ignacio Fornari. Asistió acompañada únicamente por sus abogados y un reducido grupo político. Mientras tanto, la mayoría de los dirigentes la esperaban en el Instituto Patria, donde se congregaron diversas figuras del kirchnerismo, entre ellos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en un acto de apoyo en medio del proceso judicial.
Durante su declaración, la ex presidenta vinculó la violencia política a la condena por corrupción en la obra pública de Santa Cruz impulsada por el fiscal Diego Luciani en el caso conocido como Vialidad, y responsabilizó al Poder Judicial por la falta de juicio a los ideólogos y financistas del atentado. Además, expresó su respaldo a su equipo de seguridad.
“Faltan los autores ideológicos, los financiadores. El partido judicial sigue protegiendo a los ideólogos, no a los financiadores. Más que un reclamo mío es una deuda que se debe saldar con la democracia”, denunció Cristina Kirchner.
Antes de esto, la exmandataria mencionó el contexto político en el que ocurrió el ataque. “Luciani contribuyó a la violencia política. Tuvo prime-time durante 22 días cuando acusó de corrupción no a mí, al peronismo”, afirmó en referencia al fiscal que lideró su acusación por el desvío de fondos en Santa Cruz a favor de Lázaro Báez. “Eso motivó manifestaciones en la puerta de mi casa que finalmente concluyó con el tiro fallido, con la bala que no salió”, agregó. Y concluyó: “Uno de los autores materiales pidió ser defendido por Luciani. Están los autores materiales, pero no los financiadores”.
Tras la salida de Cristina Kirchner de los tribunales de Comodoro Py, la militancia que se había concentrado en la puerta comenzó a retirarse. El grupo que acompañó a la exvicepresidenta no superó las 150 personas, y únicamente se enarboló una consigna: “La patria es el otro”. Con la partida de Andrés “Cuervo” Larroque, se entonaron algunos cánticos que marcaron el cierre de la jornada en la que Cristina Kirchner compareció en calidad de víctima.
En el proceso judicial de hoy, Fernando Sabag Montiel y su novia, Brenda Uliarte, enfrentan cargos por tentativa de homicidio calificada, lo que podría resultar en penas que van desde los 13 años y 4 meses hasta los 20 años de prisión. Junto a ellos está en el banquillo Nicolás Gabriel Carrizo, jefe de ambos en el emprendimiento de venta de copos de algodón de azúcar, quien está acusado de ser partícipe del atentado.
En la apertura del juicio oral, Fernando Sabag Montiel, autor material del intento de magnicidio, confesó que su intención era asesinar a Cristina Kirchner y que su ex pareja, Brenda Uliarte, también deseaba que el ataque se concretara. Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo son los tres imputados por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego.
2DZ3TCDFX5DJDESHQWUW6EWQKI.avif
Acusaciones a los medios, la política y el Poder Judicial
Al inicio de su declaración, Cristina Kirchner presentó una serie de publicaciones periodísticas en las que aparecía caricaturizada. En una de ellas se la veía con un ojo morado. “Sufría estas agresiones en mi condición de mujer. No es que reclame nada. Simplemente marcar”, explicó. “Dicen que me quiero hacer la víctima, no es una cuestión de hacerse la víctima. Son datos duros y objetivos”, añadió. “No soy feminista, pero sí fue una violencia simbólica. Cuando la ponen con un ojo negro, a unos cuantos le gustaría pegarle. Mucha, mucha violencia. Siempre”.
Posteriormente, la exmandataria dirigió sus críticas hacia el diputado Gerardo Milman, del espacio de Patricia Bullrich, reiterando que fue escuchado en el bar Casablanca, frente al Congreso, diciendo: “Cuando la maten, voy a estar camino a la Costa”. Kirchner lo calificó como un “Nostradamus contemporáneo” y agregó: “Los celulares de sus secretarias fueron borrados por el director de tecnología informativa del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Todo tiene que ver con todo”. La fiscal Gabriela Baigún le preguntó si conocía personalmente a Milman, a lo que la expresidenta respondió que “no” y agregó: “Querían la eliminación del adversario, querían exterminar al adversario”. También relató que el papa Francisco la contactó después del atentado.
Cristina Kirchner también se refirió al momento exacto del intento de asesinato. “Saludé como todas las noches y cuando subo al ascensor con Diego Bermúdez, uno de mis secretarios, me dice ‘¿escuchaste un click? A mí me pareció un click de un arma’. Y después me confirmó que había sido un arma y que había capturado a quien la tenía. Ahí me senté a ver televisión y vi la imagen que recorre el mundo”, recordó. Además, aclaró: “Decían que parecía que yo vi el arma, pero afortunadamente no la vi”.
El Poder Judicial fue nuevamente objeto de críticas por parte de Cristina Kirchner. Cuestionó a la jueza María Eugenia Capuchetti por no seguir lo que describió como la “trama del encubrimiento” del ataque en su contra. “Están solo los autores materiales, el hilo se corta siempre por lo más delgado”, reprochó. Insistió en que la investigación se amplíe para incluir a los autores intelectuales y financistas de los acusados, calificando al Poder Judicial como un “partido judicial”.
Imagen de WhatsApp 2024-08-14 a las 11.44.46_20621b4d.jpg
Sus miedos y su nieta en peligro
“La verdad que nunca sentí miedo de sufrir un atentado. Soy una militante que lo hice desde muy joven, y creía que el pacto democrático era donde la vida del otro estaba fuera de toda discusión. Cuando Alfonsín gana, fue con la consigna ‘Somos la vida, somos la paz’. El valor de la vida, a partir de la Guerra de Malvinas, fue algo que marcó muy fuerte a la sociedad argentina”, expresó la exvicepresidenta.
Asimismo, añadió: “Con la vida no, se ganan o se pierden elecciones, pero la vida del adversario no se ponía en juicio. Bastante ingenuidad la mía, porque debí haber advertido los cambios de época”.
Cristina Kirchner también relató una situación familiar derivada del atentado: “Mi nieta, Elenita, tenía miedo de salir de su cuarto. Había que acompañarla hasta la cocina, la sala de juegos o al living, obviamente, porque tenía miedo. Le dimos tratamiento con un psicólogo de niños, porque tenía miedo a que la mataran. Una familia que sufre eso, tiene consecuencia”.
Sobre su equipo de seguridad, la exmandataria comentó: “Yo no manejo la custodia, no les tomo lista. El jefe mi custodia es el mismo. Actuaron de la manera que actuaron siempre. Cuidándome, con las instrucciones de que no se pusieran en el medio de la gente y yo. No había forma de impedirlo”.
Finalmente, reveló: “No sé el número de custodios que tengo. Me sigo acercando a la gente, más allá de que ellos no quieren. Pero el custodio hace lo que el custodiado le dice que haga”.
El caso Fabiola Yáñez
Hacia el final de la declaración, en un giro inesperado, la fiscal Gabriela Baigún mencionó a Fabiola Yañez y utilizó su caso como referencia para plantear una pregunta a la expresidenta sobre una posible “revictimización”. “¿Siente que le hicieron sentir que usted a través del atentado lograba revictimizarse?”, preguntó la fiscal. Cristina Kirchner no comprendió inicialmente la pregunta, y tampoco lo hizo la jueza Sabrina Namer, quien presidía el tribunal. Ante esto, la jueza solicitó a la fiscal que aclarara su consulta.
Luego de la explicación, Cristina Kirchner respondió: “Sí, claro. Es increíble que me quiero hacer la ´víctima porque sufrí un atentado contra mi vida”. Tras una nueva intervención de la jueza Namer para orientar el rumbo del debate, la expresidenta añadió: “Hay una doble victimización. Primero tengo que demostrar de que o no tuve la culpa de que quieren matarme. Ridículo. Dos: la invisibilización de todo este procedimiento. La invisibilización de que solamente estamos ante los autores materiales hoy sentados acá. Pero no están los autores intelectuales ni los financiadores. Más allá de todas las pruebas que se adjuntaron”, describió.
FUENTE: Noticias Argentinas