Contexto:
¿Cómo se organiza el viaje a Malvinas?
El viaje fue organizado por la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, una entidad que trabaja de manera coordinada con los gobiernos argentino y británico para garantizar la seguridad y viabilidad de estos desplazamientos. Este tipo de viaje se realiza con vuelos que parten de Ezeiza y que deben cumplir con una serie de protocolos, tanto a nivel local como internacional, debido a la sensibilidad política y emocional que conlleva.
¿Por qué este es un viaje tan significativo?
Este viaje tiene un significado especial por varias razones. Primero, es el primero desde 2019, después de que la pandemia suspendiera las visitas al cementerio de Darwin. Segundo, se priorizó la participación de los padres de los caídos, muchos de ellos ancianos, y familiares de aquellos soldados cuyas identidades fueron reveladas recientemente gracias a proyectos de identificación. Además, este viaje representa un momento de cierre para muchas familias que finalmente pueden rendir homenaje en el lugar de descanso de sus seres queridos.
¿Quiénes forman parte de la delegación?
El grupo está compuesto por 150 personas, entre las cuales se encuentran padres, madres, hijos y hermanos de los caídos. Entre ellos destaca María del Carmen Penón, madre de Elvio Eduardo Araujo Penón, quien murió en Monte Longdon durante la guerra. En diálogo con TN, María del Carmen, de 88 años, expresó con emoción: “Estoy tan emocionada, con tanta esperanza y fe”. Muchos de los familiares no han podido visitar las islas antes, lo que convierte este viaje en una oportunidad única para ellos.
¿Cuál es el contexto detrás de la identificación de los caídos?
En 1983, el capitán inglés Geoffrey Cardozo fue enviado a Malvinas para recuperar los cuerpos de los soldados argentinos caídos y darles un entierro digno. A pesar de la identificación de algunos cuerpos, muchos quedaron enterrados como "soldado solo conocido por Dios". En 2008, el veterano Julio Aro comenzó a insistir a las autoridades argentinas para identificar a los caídos mediante pruebas de ADN. En 2017, se realizó el primer proyecto de identificación de tumbas anónimas. Hasta la fecha, se han logrado identificar a 121 soldados gracias a la colaboración entre Argentina y el Reino Unido.
Cómo sigue:
¿Qué se espera de este viaje?
Los familiares que viajaron a Malvinas llevan consigo el peso de la memoria histórica, pero también la esperanza de rendir un homenaje digno a sus seres queridos. María del Carmen Penón expresó la importancia de mantener vivo el legado de los caídos. “Su sacrificio nos llena de orgullo, y mantener vivo su legado es el mejor homenaje que podemos darles”, dijo. Además, la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas sigue luchando por la creación de un museo que refleje el sacrificio de los soldados y sirva para educar a las nuevas generaciones sobre los hechos ocurridos.
¿Qué viene después?
En cuanto al proyecto de identificación de los caídos, se espera que, a partir de 2025, se inicie una nueva fase de exhumaciones y pruebas de ADN. Este proceso tiene como objetivo la identificación de los soldados argentinos que aún descansan en tumbas sin nombre o mal identificadas. La participación de la Cruz Roja Internacional y peritos de diferentes nacionalidades será clave para llevar a cabo este proyecto humanitario. Uno de los casos más destacados será la exhumación de los restos enterrados en una tumba marcada como Ramón Edmundo Ordóñez, pero que en realidad contiene los restos de un soldado no identificado.