El Gobierno confirmó este sábado que la administración de Javier Milei dejará de subsidiar “películas sin espectadores”, como parte de la reestructuración del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). En un comunicado, el ministerio de Desregulación y Modernización del Estado, dirigido por Federico Sturzenegger, anunció que “decidió no financiar más películas que prácticamente no lograron captar la atención de los espectadores”.
“A partir del decreto 662/24, las producciones que aspiren a un subsidio deberán conseguir financiamiento propio por, al menos, el 50% de su proyecto. A su vez, para que los proyectos lleguen de manera amplia a los participantes del sector -y no a unos pocos que logran obtener apoyo estatal cada año- se determinó un tope máximo al financiamiento de cada producción. También se dispuso que las productoras que hayan pedido un subsidio, una vez terminado el proyecto, no puedan volver a solicitar recursos públicos durante el siguiente año”, estableció el comunicado sobre las aspiraciones que deben tener las producciones que pidan subsidio estatal.
El comunicado también detalló que “se modificaron los criterios de gasto” del instituto, indicando que “las erogaciones destinadas para gastos corrientes, de estructura y funcionamiento no podrán superar el 20% de los ingresos del organismo”.
“Con estos cambios, se reordenan los gastos para utilizar en forma eficiente los recursos y promover la escuela de cine, la búsqueda de talentos y una producción audiovisual competitiva”, concluyó el comunicado.
Según Manuel Adorni, en 2023, Argentina subsidió más de 100 películas que no superaron los 1000 espectadores, e incluso hubo una producción que solo atrajo a cuatro personas. "Se ha decidido terminar con este delirio", expresó el vocero presidencial en su cuenta de X.
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Los cambios en el INCAA y la palabra del presidente del instituto
Carlos Pirovano, presidente del INCAA, promueve una producción audiovisual competitiva en lugar de un sistema “que daba subsidios a películas sin espectadores”. Esta nueva normativa deroga un decreto similar de 2022, firmado por el expresidente Alberto Fernández, que destinaba el 50% de la recaudación impositiva del fondo de fomento a dichos subsidios.
A partir de ahora, el INCAA evaluará a los aspirantes a los subsidios con varios requisitos: presentar un plan completo de producción, demostrar el financiamiento del proyecto equivalente al monto solicitado en subsidio, informar sobre los costos finales al finalizar la obra y limitarse a solicitar un solo subsidio por año. Según el comunicado, cada subsidio no podrá exceder el 50% del costo total de producción del proyecto.
Pirovano justificó la mayor restricción en los recursos destinados a subsidios, señalando que la medida obliga “a jerarquizar las producciones audiovisuales” y libera recursos “para las otras herramientas que la ley establece y que se encontraban desfinanciadas”.
El decreto también busca promover un cine argentino con “producciones de calidad, que sean exitosas en la taquilla y bien recibidas por el público general, y no imponiendo obligaciones de exhibición por parte de las salas“. Esto pone en cuestión la normativa de cuota de pantalla, incluida en la actual Ley de Cine para fomentar la diversidad cultural y proteger la producción nacional.
