El oficialismo busca evitar otro día negro en el Senado. En ese contexto, a falta de votos buenos son las dilaciones. En eso trabaja el bloque libertario que quiere bloquear el tratamiento del DNU que le otorga fondos reservados a la SIDE y la ley de financiamiento educativo.
El martes por la tarde los jefes de bloque se reunieron el Palacio Legislativo, pero la reunión fracasó. No hubo acuerdo. Durante la jornada de hoy los senadores se volverán a reunir. La oposición quiere sesionar sin demoras. El oficialismo no tiene apuro y busca con exclusividad que se trate la Boleta Única Papel. En ese contexto la conversación está estancada.
Mientras del otro lado del Salón de los Pasos Perdidos se alista Guillermo Francos para dar su primer informe de gestión en los términos que lo establece el artículo 101 de la Constitución, en el Senado las huestes oficialistas buscan frenar lo que parece otro golpe parlamentario inevitable.
La falta de definición crispa el tono de las negociaciones. Los senadores permanecen en Buenos Aires a la espera de definiciones que tendrían que dar durante el curso de esta tarde. Los más optimistas aseguran que antes de las 18 habrá una resolución.
La agenda que quiere imponer el oficialismo
La Boleta Única Papel es una demanda de la Casa Rosada. Por eso la premura del bloque oficialista de abrir el recinto para que se puede llevar adelante el debate sobre el texto que ya cuenta con media sanción de Diputados. Los tiempos corren, los libertarios quieren que la norma se apruebe cuanto antes para poder definir la metodología del próximo año. En términos políticos estiman que con un sistema de votación diferente la provincia de Buenos Aires dejará de ser el bastión inexpugnable que sostiene que cobija a gran parte del peronismo.
Las reglas no escritas del Congreso sostienen que las normas electorales sólo se modifican en años en los que no hay elecciones. En ese marco, y teniendo en cuenta que la norma necesita una mayoría especial para ser aprobado y que podría sufrir cambios, lo que significaría que le texto tenga que ser puesto a consideración nuevamente de la Cámara baja, cualquier demora implica un riesgo.
El financiamiento educativo y el DNU de la SIDE
Más allá de las intenciones de imponer su agenda, el oficialismo debe enfrentar numerosos escollos. Entre ellos, la propia decisión del cuerpo, que la última sesión acordó como preferencia el tratamiento del financiamiento educativo. Por lo tanto, si hay sesión el debate por las universidades será inevitable y la derrota del Gobierno también.
El proyecto aprobado por 143 votos a favor, 77 en contra y una abstención el pasado pasado 15 de agosto en la Cámara baja, tendría para este año un costo fiscal de 0,14% del PBI, equivalente a 738.595 millones de pesos, de acuerdo a un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Motorizada por la oposición, ésta es otra iniciativa que pone en alerta al Gobierno, que recientemente vetó la Ley de Movilidad Jubilatoria por “darle la espalda al equilibrio fiscal”.
En ese marco, el punto decisivo para una convocatoria a una sesión acordada es el tratamiento del DNU que le otorga $100 mil millones a la SIDE bajo la modalidad de gastos reservados.
La oposición dice tener los votos para el rechazo. En ese marco, no parece estar dispuesta a ceder.