3 de abril 2025 - 21:52hs

Lo que importa

  • El Senado rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para ocupar vacantes en la Corte Suprema, con 51 votos en contra para García Mansilla y 43 para Lijo.

  • A pesar de los intentos del Gobierno para evitar la sesión, se logró el quórum necesario con la participación de senadores del PRO, la UCR y algunos exlibertarios.

  • La jura de García-Mansilla "en comisión" tras un decreto del Ejecutivo y el debate sobre su permanencia en la Corte siguen generando tensiones políticas.

  • La votación se enmarca en un contexto de fuerte disputa institucional sobre el poder del Ejecutivo para nombrar jueces por decreto y posibles propuestas de reforma de la Corte Suprema.

Contexto

¿Por qué fue tan crucial esta votación en el Senado?

La votación que se llevó a cabo en el Senado es uno de los momentos más tensos de la política judicial en Argentina. Los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, propuestos por el presidente Javier Milei para ocupar vacantes en la Corte Suprema, fueron finalmente rechazados. El rechazo a estos pliegos se considera un golpe político para el Gobierno, ya que ambos nombramientos habían sido realizados por un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) durante el receso parlamentario. Para que ambos pliegos fueran aprobados, necesitaban el apoyo de los dos tercios de los senadores presentes, algo que no lograron ni Lijo ni García Mansilla.

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La votación es significativa porque marca un desafío a la autoridad del presidente Milei sobre la composición de la Corte Suprema, y abre la puerta a debates sobre la legitimidad de la designación de jueces a través de decretos. Con 51 votos en contra para García Mansilla y 43 para Lijo, el rechazo pone de manifiesto la creciente división dentro del Senado, tanto en la oposición como dentro del propio oficialismo.

¿Cómo se logró el quórum para la sesión?

A pesar de los esfuerzos del Gobierno para evitar que se llegara a esta votación, el quórum necesario para abrir la sesión fue alcanzado. Desde la Casa Rosada, se realizaron maniobras para suspender la sesión, pero la oposición, con el apoyo de algunos senadores de la UCR, PRO y exlibertarios, logró reunir a 37 senadores para abrir el debate. El quórum se alcanzó cuando 32 senadores de Unión por la Patria (UP) se sentaron en sus bancas, sumando a estos los radicales Martín Lousteau y Pablo Blanco, los macristas Alfredo De Ángeli y Victoria Huala, y el exlibertario Francisco Paoltroni.

La presencia de senadores como Lousteau fue clave, ya que su apoyo ayudó a reunir el número necesario para comenzar la sesión, a pesar de la ausencia de figuras clave como Luis Juez (PRO) y Carolina Losada (UCR). La sesión también estuvo marcada por la tensión dentro de los bloques, ya que varios senadores no asistieron al principio, lo que generó incertidumbre sobre si se lograría el quórum. Sin embargo, la presencia final de los senadores necesarios permitió que la sesión se llevara a cabo, aunque con un número de ausencias notorias que sorprendió a la oposición.

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¿Qué se dijo durante el debate?

El debate en la Cámara Alta estuvo cargado de acusaciones políticas. Los senadores del oficialismo, como Pablo Bensusán, calificaron la designación por decreto como un "abuso de poder", destacando que no había una "urgencia" para justificar este tipo de nombramientos sin el acuerdo del Senado. En sus intervenciones, muchos miembros de la oposición cuestionaron la constitucionalidad de los nombramientos, señalando que la decisión del Ejecutivo de nombrar jueces por decreto sentaba un peligroso precedente que podría poner en riesgo la independencia judicial.

Desde la oposición, Guadalupe Tagliaferri (PRO) fue una de las voces más críticas, afirmando que la Corte Suprema no podía estar compuesta solo por hombres y que la designación de ambos candidatos violaba la Constitución. También destacó que García Mansilla, al aceptar su nombramiento por decreto, había "pasado por encima" de la Carta Magna, ya que había afirmado en una audiencia pública que no aceptaría esta forma de designación.

En la otra vereda, la senadora Anabel Fernández Sagasti (UP) defendió el proceso y acusó a la Casa Rosada de querer "controlar la Corte", sugiriendo que el rechazo de los pliegos no era una cuestión de idoneidad, sino de un enfrentamiento político con el Gobierno. La senadora de Mendoza también advirtió sobre la "inseguridad jurídica" que generaba el hecho de que el Poder Ejecutivo tuviera el poder de nombrar jueces a dedo, sin el debido acuerdo del Senado.

¿Qué implicaciones tiene esta votación para la Corte Suprema?

A partir del rechazo de los pliegos, se abre un escenario de incertidumbre sobre el futuro de García Mansilla, quien ya juró como juez "en comisión" por un decreto del Ejecutivo. La Casa Rosada había afirmado previamente que García Mansilla continuaría como miembro de la Corte hasta el final de la próxima legislatura, pero la votación en el Senado ha puesto en duda la validez de su permanencia en el cargo. Esta situación podría generar una nueva batalla legal e institucional, ya que el Senado, como cuerpo encargado de la aprobación de pliegos, tiene la última palabra sobre la legalidad de la designación.

Además, el rechazo de los pliegos podría alimentar las discusiones sobre la ampliación de la Corte Suprema. Algunos senadores, como Fernando Salino (Convicción Federal), propusieron que la única salida posible para resolver los problemas de composición y las tensiones políticas sería ampliar el número de miembros del tribunal, lo que permitiría una representación más amplia de las distintas fuerzas políticas en el máximo tribunal.

¿Qué impacto tiene esta derrota para el Gobierno de Milei?

El rechazo de los pliegos es un fuerte revés para el Gobierno de Javier Milei, ya que la nominación de jueces para la Corte Suprema era una de sus apuestas clave en materia judicial. El rechazo, en un contexto de creciente polarización política, demuestra que el oficialismo tiene dificultades para consolidar sus decisiones en el Senado, a pesar de contar con una mayoría relativa en la Cámara Alta. Además, pone en evidencia las tensiones internas dentro del bloque oficialista, con figuras clave ausentes o no alineadas en esta votación crucial.

Cómo sigue

Con el rechazo de los pliegos de Lijo y García Mansilla, la discusión sobre la composición de la Corte Suprema entra en una nueva fase. Los opositores al Gobierno seguirán presionando para evitar nombramientos por decreto, mientras que la Casa Rosada deberá replantear su estrategia judicial. La posibilidad de una reforma en la Corte, con la ampliación del número de jueces, podría ser un tema a discutir en los próximos meses.

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