La reunión de mesa chica, prevista como continuidad del debate de cómo enfrentar la reforma laboral, se llevó a cabo en UPCN. Hubo avances, pero no definiciones. En términos internos fue la primera presidida por el flamante triunvirato que integran Octavio Argüello, Jorge Sola y Cristián Jerónimo y se acordó un encuentro con los diputados de extracción sindical que se llevará a cabo este martes a las 16.
La postura que prima en la CGT es la cautela. Es decir, la central obrera no tomará acciones concretas hasta que se conozca la letra chica de la norma y el cronograma del debate parlamentario. Sin embargo, está en alerta.
La teoría que prima en la CGT sigue sosteniendo que la falta de definición tiene que ver con el propio conflicto interno del Gobierno respecto del alcance y la profundidad de las reformas.
Diálogo sin propuestas concretas
Durante el encuentro que se llevó a cabo en la sede que el gremio de los estatales posee en el centro porteño quedó nuevamente en claro que las versiones que circulan extraoficialmente no tienen que ver con el diálogo que se lleva adelante en el Consejo de Mayo. En ese mismo marco, los dirigentes aseguran que no les llegó por ninguna vía un borrador o un proyecto elaborado.
En ese marco, y más allá de la posición que puede haber fijado Gerardo Martínez como representante de la CGT en el Consejo de Mayo, el nuevo triunvirato espera por estas horas una convocatoria formal al diálogo. Algo que si bien por ahora no llega, nadie se anima a descartar, por lo menos en la central obrera.
Mientras espera el llamado del Ejecutivo, la CGT avanza con el diálogo para definir su estrategia. En ese contexto, este miércoles recibirá a los diputados de extracción sindical en el histórico edificio de Azopardo.
La cuenta regresiva
La fecha en la que comenzarán las sesiones extraordinarias es dentro de la CGT el punto límite para la definición de la estrategia.
Los dirigentes sindicales consideran que el Gobierno tendrá el proyecto terminado para el 15 de diciembre, fecha en que está previsto comience el debate con la nueva composición del Congreso.
Por eso, creen que el Consejo de Mayo se volverá a reunir para tratar algunas cuestiones de la letra chica en los próximos días y que recién después llegará la convocatoria formal.
Los dirigentes confían en la palabra de Diego Santilli. El flamante ministro del Interior, un viejo conocido de muchos dirigentes de la CGT, fue el que prometió extraoficialmente la reunión.
Por eso, a la espera de la convocatoria, la decisión de actuar con prudencia fue ratificada hoy por la mesa chica de la central obrera. Así las cosas, una vez conocida la versión final, también habrá postura oficial de la CGT.
