Este lunes, la ex panelista de Bendita TV, Tamara Pettinato, que quedó en el ojo de la tormenta tras la difusión de chats de contenido amoroso con el ex presidente Alberto Fernández, salió a desmentir las acusaciones contra su actual novio, José Glinski, diputado nacional y ex jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria durante la gestión anterior.
"No son reales y lo va a responder él que era el jefe de la PSA hasta diciembre. Hay muchas cosas detrás pero no me corresponde hablar de todo", dijo Pettinato esta tarde al ser abordada por un periodista de Socios en el Espectáculo sobre las denuncias sobre el uso indebido de beneficios desde la PSA.
Quién es José Alejandro Glinski
Se desempeñó como Jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria durante la presidencia de Alberto Fernández y desde diciembre del 2023 ocupa el cargo de diputado nacional por la provincia del Chubut electo por Unión por la Patria. Fue premiado a pedido de Máximo Kirchner y de Wado de Pedro y dicen que llegó a ser legislador gracias a su amistad con el jefe del Consejo Federal de Inversiones, Nacho Lamothe, la multimillonaria caja que sigue manejando La Cámpora tras el triunfo de Javier Milei.
Fuentes periodísticas sostienen que habría ofrecido información de escuchas ilegales para ganarse la bendición de Cristina y Máximo Kirchner.
Embed - Tamara Pettinato habló del escándalo con su novio, José Glinski, por la PSA y su trato con Casella
Pettinato se habría aprovechado del poder de sus parejas: cuando le decía "te amo" al expresidente consiguió ser contratada por el Gobierno. Y con Glinski, se divirtió en accesos VIP en todos los aeropuertos del país y trasladados en camionetas de Migraciones, dispuestos por ese novio oficial que manejaba la Policía Aeroportuaria.
Tamara y Glinski también habrían pasado alterados fines de semana en una mansión de US$ 1.5 millón en una de la zonas más paquetas de San Isidro. La casa, sobre la calle Alvear, fue recuperada tras detener a una banda de narcotraficantes. Está a unos 2 km de de la Quinta Presidencial y fue el propio Alberto Fernández quien ordenó que el inmueble pase a manos de PSA, a cargo de Glinski.
Viernes y sábados de fiestas, gritos y mucha música que obligaron a que móviles del Comando de Patrullas municipal llegara en varias ocasiones por las denuncias de los vecinos.
Glinski fue ascendiendo de la mano de su amigo del Consejo Federal de Inversiones, Nacho Lamothe, que se lo presentó a Wado de Pedro, el verdadero mandamás del CFI. Por carácter transitivo, llegó a Máximo y tocó cima cuando lo bendijo Cristina para que siga teniendo trabajo, esta vez, con una banca como diputado nacional.
Ligado a los Servicios de Inteligencia blue, varios apuntan que se formó con el prosperísimo empresario de las filmaciones, el ex montonero Mario Montoto, Glinski habría sido el que ofreció las escuchas ilegales del viaje de varios funcionarios judiciales y de la Ciudad a Lago Escondido, organizado por el Grupo Clarín.
Glinski desmiente estos cargos que se le adjudican
En el CFI manejan casi $ 100.000 millones por año. Casi la misma plata que los kirchneristas, macristas, radicales, carrioistas y de izquierda, rechazaron para financiar a la renovada SIDE en una votación en la Cámara de Diputados.
No serán gastos reservados, pero esa montaña de recursos del CFI también es irrastreable y no rinde cuentas. Como ya se consignó, y aunque no firma ningún cheque, la batuta la maneja Wado de Pedro. La plata llega en un goteo diario de la coparticipación que deberían recibir las provincias.