3 de febrero 2025 - 12:18hs

Se puso en funcionamiento un Banco de Pruebas Dinamométrico, conocido como "El Rodillo", que había quedado fuera de servicio durante la gestión anterior debido a su deterioro. Con la nueva tecnología disponible, este equipo fue reparado y ahora evalúa el estado general de los micros y colectivos en la Terminal de Retiro, prestando especial atención al control de los límites de velocidad.

De acuerdo con lo comunicado por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), cuando sus agentes detectan irregularidades, proceden a la retención del micro o colectivo hasta que se ajuste a los estándares requeridos. Además, se elabora el acta de infracción pertinente.

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Durante la primera semana de funcionamiento del “Rodillo” en la terminal de ómnibus de Retiro, se realizaron un total de 63 inspecciones, de las cuales 11 vehículos fueron apartados de los servicios. Estas evaluaciones se llevan a cabo de manera aleatoria con el objetivo de detectar diversas irregularidades.

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Al inicio de la gestión, el Rodillo estaba inoperativo y presentaba un deterioro significativo en su estructura, incluyendo daños en los pistones y cilindros. Tras completar las labores de reparación a finales del año pasado, se reinstalaron los cilindros, se restauró la estructura y se llevaron a cabo las pruebas, calibraciones y certificaciones necesarias, lo que permitió dejar al Banco de Pruebas en perfectas condiciones para su funcionamiento.

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Concretamente, las evaluaciones realizadas a los vehículos se centran en comprobar varios aspectos: el limitador de velocidad, los instrumentos del panel de control que muestran la velocidad real de la unidad, y la restricción de la apertura de las puertas en el transporte urbano, especialmente cuando la velocidad supera los 5 km/h.

Asimismo, durante la inspección se evalúa el estado de la carrocería, los neumáticos, las chapas de matrícula y las luces. También se revisa la documentación del vehículo y del personal responsable, la correcta instalación de los cinturones de seguridad, el funcionamiento del matafuego y la accesibilidad a las escotillas y salidas de emergencia. Se verifica la presencia del martillo para rompimiento de cristales de emergencia, así como el estado general de todos los vidrios, incluidos parabrisas, ventanas y espejos. Adicionalmente, se analiza la iluminación, las escaleras y los pisos, y se asegura la limpieza del interior del vehículo, entre otros aspectos importantes.

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