La investigación por la desaparición de Loan Danilo Peña sumó este lunes, por primera vez en varios días, una pista concreta que complicaría a los principales acusados y estaría en línea con la hipótesis del accidente y posterior ocultamiento del cuerpo. Peritos de la Policía Federal Argentina confirmaron que el ADN hallado en el guardabarros de la camioneta de María Victoria Caillava y Carlos Pérez corresponde a sangre de un individuo masculino.
Ahora, el resultado será cotejado con la muestra de ADN de los papás de Loan para determinar si efectivamente la sangre pertenece al pequeño. De confirmarse, sería un importante espaldarazo para la hipótesis de que Loan fue arrollado por la ex funcionaria municipal y el ex marino, quienes luego ocultaron el cuerpo del menor.
La Policía tiene en su poder muestras de otros rastros hemáticos encontrados en otros sectores de la camioneta, como en una de las ruedas y uno de los asientos, que están bajo análisis.
A 25 días de su desaparición en un campo en la localidad de 9 de Julio, en Corrientes, la Justicia federal todavía no tiene una hipótesis firme sobre qué pudo haber pasado con Loan Danilo Peña, el niño de 5 años que primero se creyó perdido en el monte, luego se pensó que había sido captado por una red de trata, y más recientemente se comenzó a trabajar en el hipótesis de que pudo haber sido víctima de un accidente, que luego fue ocultado.
La del accidente es la versión que dio su tía Laudelina, hermana de su padre, en su declaración. Si se confirmara la pericia, se transformaría en la línea de investigación más firme, por sobre la hipótesis de la trata de personas, para la cual los investigadores no tienen ningún indicio cierto.
De acuerdo a las pruebas realizadas la semana pasada sobre la camioneta Ford Ranger blanca, una de las ruedasdio positivo de luminol y además se hallaron manchas hemáticas en uno de los asientos. Además, el paragolpes y el guardabarros estaban hundidos y tenían “adherencia de sustancias rojas”, que ahora se sabe que son compatibles con sangre de un varón.
Laudelina había asegurado que Pérez atropelló a Loan en el naranjal cercano a la casa de su madre Catalina, tras un almuerzo realizado el 13 de junio pasado. Tras matar al chico, la tía afirmó que fue amenazada por Caillava, pareja del marino retirado, para que guardara silencio. Aseguró en ese entonces que Loan estaba muerto, pero que no sabía dónde estaba su cadáver.
En su indagatoria del viernes, a la que fue llevada por la sospecha de que plantó el botín del chico para despistar la investigación -hecho que confesó-, Laudelina dio un giro insólito: aseguro que su sobrino estaba vivo, pero que tampoco sabía donde estaba. Luego, quedó detenida.
