5 de septiembre 2024
27 de junio 2024 - 16:40hs

A dos semanas de la desaparición de Loan Danilo Peña en Corrientes, una nueva hipótesis es evaluada por los investigadores: se trata de la posibilidad de que el pequeño de 5 años haya sido atropellado por los imputados Carlos Pérez y María Victoria Caillava cuando se retiraban del campo donde vive la abuela de Loan, y al darse cuenta del hecho la pareja habría intentado ocultar el cuerpo de menor.

En rigor, la hipótesis no es nueva: El Observador supo que esta era una línea investigativa este martes, cuando pudo acceder a fuentes de la investigación luego de que la causa fuera derivada al fuero federal. Al momento de recibir las actuaciones, los investigadores de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo de los fiscales María Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, se sorprendieron al no hallar pruebas concluyentes que sostuvieran la afirmación de los fiscales respecto de que el niño había sido captado con fines de explotación.

La incorporación de una fotografía de Loan tomada por su prima Camila Peña, en la que se ve al menor tomando una naranja del naranjal, confirma la versión dada por los primeros detenidos y de los menores que declararon en Cámara Gesell y que participaron en la reconstrucción.

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De acuerdo con el relato, el tío de Loan Antonio Benítez, junto con la pareja amiga del tío compuesta por Mónica del Carmen Millapi y Daniel “Fierrito” Ramírez habían ido en grupo a buscar naranjas al naranjal ubicado a unos 500 metros de la casa de Catalina, abuela de Loan, donde habían almorzado. Al volver, Loan se habría adelantado, y esa fue la última vez que fue visto.

De acuerdo con la hipótesis que manejan los investigadores desde hace algunos días, y que ahora se hace pública, una posibilidad es que cuando Loan se adelantó al grupo, Carlos Pérez y María Victoria Caillava, quienes se retiraron para ir a ver el partido de River, lo hayan atropellado y, en vez de dar aviso a los familiares, decidieron ocultar el cuerpo.

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María Victoria Caillava, y su marido, Carlos Pérez, acusados por la desaparición de Loan

María Victoria Caillava, y su marido, Carlos Pérez, acusados por la desaparición de Loan

Por eso, ante esta nueva hipótesis, hoy realizaron nuevos rastrillajes en un campo de la ex funcionaria en 9 de Julio, además de examinar con detenimiento sus posteriores movimientos dentro de Corrientes y Chaco, donde también estuvieron.

La Justicia Federal sabe que después del almuerzo se activaron cinco celulares en el campo que tienen Pérez y Caillava, ubicado a poco más tres kilómetros de la casa de la abuela Catalina, al que se llega por un camino interno.

La Policía Federal comenzó en las primeras horas de la mañana con una inspección ocular y luego desplegó en el lugar un operativo que incluyó efectivos policiales con palos y perros rastreadores.

Tres perros rastreadores había sido concluyentes respecto de la presencia de rastros de Loan en un automóvil propiedad de la ex funcionaria, mientras que uno de los animales había detectado además un rastro en la camioneta del ex marino.

En este marco, cobran relevancia los movimientos realizados por la pareja, que sólo había informado que habían ido a Resistencia. Caillava asistió a su ginecólogo con un turno previo en la capital chaqueña, hecho que fue captado por las cámaras de seguridad del lugar.

La Justicia busca corroborar si la mujer se dirigió al Hospital de 9 de Julio, ya que un documento que circuló en los medios detalla que se atendió al centro de salud cerca de las 23 del jueves 13 de junio, día en el que desapareció Loan. Alicia, una enfermera del hospital, dialogó con TN, sobre la supuesta visita. “Vino muy agitada. Tenía mucha tos y catarro, se le hizo un tratamiento para la tos”, recordó. “Vino sola, sin él”, agregó en referencia a Pérez. “Me contó que había estado en el campo y que recibió un llamado de la abuela para que se fijara si Loan estaba en la camioneta”, detalló. Para ese entonces, en el pueblo la preocupación por el paradero de Loan crecía. “Estaba tosiendo y quería hablar”, detalló la enfermera que le dio una inyección con corticoides. “La vi nerviosa, con la cara roja. después de que la pinché, se fue apurada”.

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