Una colaboradora de la parroquia agustiniana de Rosario, recuerda con emoción el encuentro con Robert Prevost, hoy Papa León XIV, en 2002.
Robert Prevost, el papa León XIV, visitó Rosario como superior general de la Orden de San Agustín.
Una colaboradora de la parroquia de los Agustinos en Rosario, revivió su emotivo encuentro con quien hoy es el papa León XIV, Robert Prevost, quien visitó la ciudad en 2002 como superior general de la Orden de San Agustín.
En diálogo con Radio LT3, Miriam Incremona relató cómo, durante esa visita, Prevost recorrió varias casas de la orden en Argentina y Uruguay, incluida la de Rosario. “Fue una persona muy cercana”, recordó.
Además, destacó la fluidez del nuevo pontífice en el idioma castellano. “Hablaba perfectamente español y compartía con nosotros sus experiencias misioneras en Perú”, afirmó.
En el transcurso de ese viaje, Prevost se reunió con grupos parroquiales y celebró misas, manteniendo un vínculo cercano con los fieles. Incremona, quien compartió brevemente con él, aseguró que aunque su interacción fue breve, el contacto dejó una huella. “Charlamos dos segundos, pero uno se queda con la alegría de la persona”, manifestó.
Al enterarse de su elección como Papa, Miriam recordó la sorpresa y emoción del momento. “Yo estaba trabajando y una colega me dice ‘tenemos nuevo Papa’. Cuando lo vi en las redes, me di cuenta de que era él. Y fue una alegría enorme”, expresó.
Más allá de la emoción, la colaboradora resaltó las virtudes personales de Prevost. “Es una persona muy prudente e inteligente. Como diría un amigo mío en Buenos Aires, es una persona que nos da confianza”, indicó.
En cuanto a su formación espiritual, Incremona subrayó los valores agustinianos que marcaron al nuevo Papa. “Mamó toda la impronta agustiniana, con pilares como la interioridad, la fraternidad y el servicio a la Iglesia”, señaló.
Además, resaltó la coincidencia de principios con el papa Francisco, quien lo había nombrado cardenal. “Va a hacerle mucho bien a la Iglesia. Ojalá lo acompañemos”, expresó con esperanza.
El testimonio de Incremona incluyó su emoción al recordar el encuentro con el actual pontífice. “Conocer a alguien que ahora es Papa es una alegría inmensa. Son esas ‘diosidencias’ que te marcan”, dijo.
Para finalizar, la colaboradora expresó su gratitud por la oportunidad de haber conocido a quien, en ese entonces, no imaginaba que llegaría a ser el líder de la Iglesia católica, un Papa latinoamericano que, según ella, lleva consigo una calidez y cercanía únicas.
"Es una felicidad inmensa. Lo que nadie esperaba era tener otro Papa latinoamericano. Es un orgullo", concluyó. Y destacó la importancia simbólica de la elección de un Papa que habla español y que saluda a su gente, lo que, para ella, es un acto que refuerza su identidad y conexión con los fieles.