El primer pontífice estadounidense, asume el liderazgo del Vaticano en un mundo en crisis, llevando el legado moral de Francisco. Desde sus llamados urgentes por la paz en Gaza y Ucrania hasta su visión sobre el impacto de la Inteligencia Artificial, el nuevo Papa se posiciona como una voz influyente en la diplomacia global, buscando tender puentes y defender la dignidad humana en el siglo XXI.