Argentina es finalmente el bicampeón de la Copa América. El hecho de que haya ganado el torneo con apenas un gol en contra, que haya ganado además todos sus partidos (excepto uno, el que empató contra Ecuador) sin haber jugado especialmente bien podría considerarse perfectamente como otras muestras de las fortalezas del equipo argentino. Así es esta Selección Argentina que puede ganar y gana una Copa América.
El partido que jugó la Selección ayer frente a Colombia fue entretenido. Argentina hizo méritos para ganar y volvió a dar una muestra de jerarquía, porque más de uno debe de haber pensado que se terminaba todo con la salida de Lionel Messi y, sin embargo, Argentina mejoró.
Nico González fue un jugador absolutamente influyente; junto a Exequiel Palacios, Dibu Martínez, Cuti Romero y Lautaro Martínez son jugadores a cuenta de futuro. Estamos en condiciones de decir que son los cinco jugadores argentinos más influyentes en el futbol europeo de hoy.
Este equipo es el que le ganó a Colombia por 1 a 0, con una jugada de gol armada por tres tipos que estaban fuera de la cancha. Eso es jerarquía. No es algo tangible. Es la sensación de que en algún momento alguien del equipo te va a salvar, y eso es muy importante para los jugadores.
Me cuesta elegir un jugador del torneo, pero pienso que el número uno fue Cuti Romero, porque es de otro nivel. Sin embargo, no se puede ser indiferente a todo lo que se cargó De Paul o a la presencia de Dibu, que intimida a cualquiera.
Este equipo argentino está marcando época. Hay convicción y jerarquía. Lograr eso en el deporte quiere decir que el día de mañana, cuando tenga que jugar una eliminatoria, el rival lo sabe. Sabe que se enfrenta a un equipo que lleva cuatro finales ganadas entre los mejores y que ni siquiera necesita brillar par ganar.
Además: qué decir de Messi. Debe ser muy fuerte la sensación de robarle una sonrisa, la posibilidad de hacer feliz al mejor de la historia que puede tener cualquier jugador del equipo. Messi es un genio, que a la vez es un nene jugando a la pelota. No soporta no jugar, y en este sentido es como un amateur, que quiere decir que no es el que juega gratis, sino el que más ama lo que juega.
Con respecto a su lesión, entiendo que lo que le pasó es un pequeño desgarro. Aun así es un signo de interrogación para lo que viene. Yo estaría atento a los próximos días, aunque no me lo imagino diciendo basta. Messi ayer lloró como un nene por no jugar la final, y ciertamente nos enternece verlo. Pienso que, para tenerlo en el próximo mundial, tendría que dejar su aventura en Miami y buscar un objetivo más grande.
Y también: qué decir de Ángel Di María. En un principio pensé que no tenía que jugar la Copa América, y al final fue titular en dos partidos y volvió a su nivel. Con un equipo que ayudó a que brillara, Di María se volvió un ícono porque además es un personaje entrañable. Se retiró con la imagen de campeón y no puede pedir más.
Finalmente: qué decir de Scaloni. Siempre tuvo firmeza en sus ideas y ahora las manifiesta como alguien que ganó. No tenemos dudas de que hasta el próximo Mundial lo tenemos, pero hay cosas que van a tener que cambiar. Por ejemplo, la AFA va a tener que dejarse de joder con esos amistosos de porquería. No todo es facturable.