El torero sevillano Morante de La Puebla puso fin este domingo a tres décadas de carrera en los ruedos. Lo hizo de forma inesperada, durante la Corrida de la Hispanidad en la Plaza de toros de Las Ventas en Madrid, tras cortar las dos orejas al cuarto toro y cortarse la coleta, el gesto que simboliza la despedida definitiva del toreo.
Morante, que fue volteado con fuerza al recibir de capa a su segundo toro, se recuperó para ofrecer una faena de entrega total y gran pureza, rematada con una estocada de perfecta ejecución, que le valió las dos orejas y provocó la ovación del público.
despedida torero morante de la puebla
Una tarde de emoción y homenaje
En la misma tarde también se retiró, esta vez con anuncio previo, el madrileño Fernando Robleño, que con un solo trofeo no pudo acompañar al sevillano por la Puerta Grande.
Después de participar en el festival homenaje a Antoñete, protagonizado por Curro Vázquez y César Rincón, Morante rindió su propio tributo al legendario torero madrileño vistiendo un traje malva y oro, el color que aquel solía usar.
El sevillano, fiel a su estilo clásico, brindó su primer toro a Isabel Díaz Ayuso y el cuarto a Santiago Abascal, antes de entregarse por completo a la verdad del toreo. Le bastó con ver galopar al toro de Garcigrande para decidirse a saludarlo con el cambio de rodillas de los Gallo, para luego torearle con chicuelinas ajustadas y de gran belleza. En una de ellas, el toro se le cruzó y lo volteó aparatosamente, dejándolo tendido sobre la arena.
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El regreso a la arena y la faena de despedida
Con la plaza en silencio, Morante fue atendido junto a la barrera, pero poco después volvió al ruedo sin aparentes lesiones y, con la muleta en la mano, se dio por completo. Toreó con “las muñecas sueltas y la figura sin tensión alguna”, sin dar importancia a los amagos del toro.
El animal, finalmente rendido ante la suavidad de los pases, permitió una faena corta, intensa y cargada de emoción. “Fue faena concisa, sin accesorios vanos, y tuvo, como colofón perfecto, el redondo punto final de una estocada de magistral ejecución”, según relataron testigos en el tendido.
Tras pasear las dos orejas en una pausada vuelta al ruedo, el diestro se fue a los medios y se cortó él mismo la coleta, en un momento que sorprendió a todos y que quedará grabado como una de las escenas más impactantes de su carrera.
Salida a hombros y despedida en una tarde histórica
Una multitud de jóvenes irrumpió en el ruedo para sacarlo a hombros, en una tarde de emoción compartida. Mientras tanto, Fernando Robleño se retiraba también en volandas por la puerta de cuadrillas, con la plaza dividida en aplausos.
El joven abulense Sergio Rodríguez, que confirmó la alternativa, vivió su propia tarde de aprendizaje, con el público pendiente del desenlace del adiós de Morante.
La política saluda al matador de Sevilla
Isabeñ Díaz Ayuso, presente en la corrida de la Hispanidad, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal entre otros, la polítca española dijo adió a un de los toreros más celebres de España.
"Gracias maestro" fueron las palabras que el líder del Partido Popular publicada en un mensaje en sus redes sociales.
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Santiago Abascal
El líde de Vox, presente en la Plaza, vivió con emoción la última corrida de Morante de la Puebla, hoy, 12 de octubre, se ha cortado la coleta un genio de la fiesta nacional. Un artista inmenso, escribió
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Tres décadas de arte taurino
Nacido en La Puebla del Río (Sevilla) el 2 de octubre de 1979, José Antonio Morante Camacho debutó como novillero en 1995 y tomó la alternativa en Burgos en 1997. Un año después abrió la Puerta del Príncipe en la Maestranza de Sevilla.
A lo largo de su carrera, protagonizó momentos memorables, como el 26 de abril de 2023, cuando cortó un rabo en la Maestranza, el primero concedido a un torero de a pie en el siglo XXI. En 2025, abrió por primera vez la Puerta Grande de Las Ventas y fue autor de la mejor faena de la Feria de San Isidro.
Considerado un torero de “pureza y clasicismo”, Morante se despide tras una trayectoria marcada por el arte, la entrega y la fidelidad a su estilo. “Maestro del capote y torero de toreros”, deja una huella imborrable en la historia de la tauromaquia.
