Durante la asunción presidencial de Donald Trump, el 20 de enero pasado, Charlie Kirk estaba sentado en un lugar preferencial. Más cerca del líder MAGA que muchos congresistas republicanos. Esa ubicación en el círculo íntimo del poder trumpista tiene una explicación contundente.
Kirk vivía en Scottsdale, Arizona, con su esposa y sus dos hijos pequeños. En enero pasado viajó especialmente a Washington DC para acompañar a Trump durante la vuelta a la Casa Blanca del republicano. Antes de eso, pocos días después de la elección de noviembre, se había instalado junto a su familia durante dos meses en un condominio en Palm Beach, Florida, cerca de la mansión de Trumo en Mar-a-Lago.
Durante aquella estadía, Kirk estuvo con el presidente electo para discutir posibles nominados al gabinete. Ya consolidado como una figura de la derecha global, se cruzó con el presidente argentino Javier Milei.
"Un formidable divulgador de las ideas de la libertad y acérrimo defensor de Occidente", lo recordó Milei en sus redes sociales.
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En la primera presidencia de Trump, según le dijo Kirk al New York Times, el joven activista asesinado visitó la Casa Blanca "más de cien" veces.
Kirk es el jefe de Turning Point USA, un influyente grupo juvenil conservador de EEUU. Él lo fundó cuando apenas tenía 18 años. La organización acumula presencia en más de 850 universidades. En cada una, Turning Point apunta a registrar a los estudiantes para votar, trae oradores conservadores al campus y organiza una red nacional de líderes del gobierno estudiantil de derecha.
La media docena de eventos anuales de Turning Point, con los nombres más importantes a la derecha desde Trump hacia abajo, son actos que atraen multitudes.
Kirk entró al círculo íntimo de Trump graciasa su podcast y su performance en las redes sociales. Hasta el momento de ser asesinado, contaba con casi 7,5 millones de seguidores en TikTok.
En la trinchera virtual se consagró entre los conservadores como un devoto MAGA. Como un alfil eficaz de la batalla cultural trumpista. Se hizo amigo del hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., con quien viajó a Groenlandia el 7 de enero. También se volvió cercano al vicepresidente JD Vance.
Durante los años de la hiperpresencia de Trump en política, las dos entidades sin fines de lucro de Kirk, Turning Point USA y la organización de acción política Turning Point Action, crecieron de forma meteórica.
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Sus ingresos totales pasaron de 4,3 millones de dólares en 2016 a 92,4 millones de dólares en 2023, a raíz de una avalancha de donaciones, según detalló The New York times. A través de su podcast, sus muchas apariciones en voz y los libros, como el best seller de 2020 "The MAGA Doctrine", Kirk se hizo millonario.
Trump estaba convencido de que la influencia de Kirk fue clave para crecer entre los votantes de la Generación Z. Así lo destacó el presidente en un video. "Aparte del voto hispano, el rspaldo de la juventud fue probablemente nuestro mayor swing. Así que, Charlie, aprecio lo que hiciste", lo elogió. Ahora, tras el disparo y la muerte del activista, el presidemte volvió a repetir que Kirk entendió como nadie el corazón de los jóvenes en Estados Unidos.
Al popular comentarista millennial se le atribuyó haber ayudado a registrar a decenas de miles de nuevos votantes y haber dado la vuelta a la elección en Arizona, un swing state peleado con los demócratas de Kamala Harris, a favor de Trump.
Su madre era consejera en una clínica de salud mental, y su padre era arquitecto cuya firma diseñó la Trump Tower en Nueva York. Creció en Prospect Heights, un suburbio acomodado de Chicago, y asistió a un colegio universitario cerca de la ciudad antes de abandonarlo para dedicarse al activismo político.
Antes Kirk había sido rechazado por West Point. Kirk solía mencionar con ironía su falta de título universitario al participar en debates con estudiantes y académicos sobre temas esotéricos como el posmodernismo.
La religión cristiana evangélica de él y su familia (estaba casado con una ex Miss Arizona) eran fundamentales en su praxis política
Kirk era un exponente de la reacción juvenil conservadora que sorprendió al mundo en los últimos años. En su breve existencia vivió ese giro ideológico de primera mano. Se volvió un conservador ravioso en la adolescencia. Así dio sus incipientas pasos en la política, incluso durante al apogeo político y cultural de Barack Obama en EEUU.
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A principios de 2012, Kirk estaba enamorado de la cosmovisión libertaria de Ron Paul y asistía a mítines del Tea Party. "Algunos de mis mejores amigos son progresistas", declaró en un evento, y agregó: "Votaron por Obama. Pero estoy cansado de los déficits de un billón de dólares. Voy a dar un paso adelante. Voy a decir que me equivoqué y unirme a tu causa". Ese año, escribió un artículo de opinión para Breitbart lamentando la influencia del columnista del New York Times Paul Krugman.
A los 23 años, fue el orador más joven en la Convención Nacional Republicana en julio de 2016.
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Durante la última oleada MAGA, celebró el giro ideológico en los sub-30. "Por primera vez en mis 12 años de hacer esto, los malos finalmente están a la defensiva", dijo Kirk a sus oyentes en la última campaña de Trump. "Los chicos de secundaria son los más conservadores que han sido en los últimos 50 años".
En 2024 habló en la Convención Nacional Republicana, poco antes del intento de asesinato del entonces candidato a presidente.
"Fue querido y admirado por todos, especialmente por mí, y ahora ya no está con nosotros. Melania y yo expresamos nuestro más sentido pésame a su hermosa esposa Erika y a su familia. ¡Charlie, te queremos!", lo despidió Trump.
