El primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, dijo que está "listo" para hablar con Donald J Trump, luego de que el presidente electo haya expresado recientemente su ambición de que Estados Unidos adquiera la isla ártica. Además, el mandatario de la Isla más grande del mundo aprovechó para pedir respeto por las aspiraciones de independencia de Groenlandia, en medio de un creciente sentimiento nacionalista por parte de la población.
Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero, ha descrito el control estadounidense de Groenlandia, un territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca, como una “necesidad absoluta”. Entre sus declaraciones no descartó el uso de las Fuerzas Armadas o medios económicos, como la aplicación de aranceles, para tomar el control del territorio que tiene una población de más de 56.000 personas.
“Los necesitamos por razones de seguridad económica. No me voy a comprometer a eso. Podría ocurrir que tengamos que hacer algo”, aseguró Trump la semana pasada en una rueda de prensa en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida. Así sostuvo que podría llegar a usar a las fuerzas estadounidenses para tomar control tanto de Groenlandia, como del Canal de Panamá, argumento que fue replicado por su elegido para ser asesor de seguridad nacional, el representante Mike Waltz. En la misma conferencia de prensa, el presidente electo insistió en su ambición de que Canadá se convierta en el 51º Estado de su país y de renombrar el golfo de México como "golfo de América".
El primer ministro de Groenlandia está "listo" para hablar con Trump
Luego de semanas de polémica, el primer ministro de Groenlandia fue consultado este viernes en una rueda de prensa en Copenhague si estaba en contacto con el presidente electo de EEUU. Egede respondió que no, pero añadió que están "listos a hablar".
"Groenlandia es para el pueblo groenlandés. No queremos ser daneses, no queremos ser estadounidenses. Queremos ser groenlandeses". "Groenlandia es para el pueblo groenlandés. No queremos ser daneses, no queremos ser estadounidenses. Queremos ser groenlandeses".
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, se reunió con Egede en Copenhague ese día y ambos asistieron a la rueda de prensa. Durante la misma, Frederiksen dijo que había solicitado una reunión con el presidente electo, pero no esperaba que ocurriera antes de su toma de posesión.
Groenlandia fue una colonia danesa hasta 1953, pero ahora es un territorio danés autónomo. Fue recién en 2009, cuando la isla aseguró el derecho a reclamar la independencia a través de un voto. En los últimos años, un movimiento de independencia ganó impulso y Edge lo resaltó en su discurso de año nuevo.
El primer ministro recalcó el mismo viernes que "Groenlandia es para el pueblo groenlandés. No queremos ser daneses, no queremos ser estadounidenses. Queremos ser groenlandeses".
Y enfatizó las aspiraciones de Groenlandia, diciendo: “Tenemos un deseo de independencia, un deseo de ser los dueños de nuestra propia casa… Esto es algo que todos deberían respetar”.
“Pero eso no significa que estemos cortando todos los lazos, toda la cooperación y todas las relaciones con Dinamarca”, dijo Edge.
Mette Frederiksen y Múte Egede en conferencia de prensa - EFE.webp
Mette Frederiksen y Múte Egede en conferencia de prensa.
EFE
Base militar de EEUU y posible referéndum en la isla
En los últimos días, Dinamarca se ha estado comunicando con el equipo de Trump, mostrándose abierta a hablar sobre fortificar la seguridad de la isla o aumentar la presencia militar estadounidense en la isla ártica, informó Axios. EEUU mantiene una base militar en la parte norte del territorio, que es estratégicamente importante para el país.
El interés de Estados Unidos en hacerse con ella no es nuevo, pero se ha reavivado en los últimos años a medida que el deshielo provocado por el cambio climático aumentaba las expectativas de apertura de nuevas rutas para la navegación y un mayor acceso a las materias primas estratégicas que alberga.
"Groenlandia no está en venta, ni lo estará en el futuro”. "Groenlandia no está en venta, ni lo estará en el futuro”.
Frederiksen subrayó a principios de esta semana que Groenlandia “no está en venta, ni lo estará en el futuro”, comentarios que se hicieron mientras el hijo de Trump, Donald Trump Jr, llegaba a la isla ártica con una delegación de asesores y ayudantes. El menor de los Trump se encontraba allí para una excursión de un día con el fin de grabar algunos contenidos de vídeo para un podcast.
La cuestión de Groenlandia es delicada para Dinamarca, cuyo primer ministro pidió disculpas oficialmente hace poco por haber encabezado un experimento social en los años 50 que vio a niños inuit separados de sus familias para ser reeducados como "daneses modelo".
Ya la semana pasada, Edge había dicho que el territorio debería liberarse de "las cadenas del colonialismo", aprovechando el creciente sentimiento nacionalista, alimentado por el interés entre las generaciones más jóvenes de Groenlandia en la cultura y la historia indígenas de los inuit.
La mayoría de los comentaristas esperan ahora un referéndum de independencia exitoso en el futuro cercano. Si bien para muchos sería visto como una victoria, también podría marcar el comienzo de una nueva serie de problemas, ya que la economía local se basa principalmente en la pesca y depende en gran parte de los subsidios que aporta el gobierno danés, que representan aproximadamente una quinta parte del Producto Interno Bruto de Groenlandia.