Al menos cuatro personas murieron y nueve resultaron heridas en un tiroteo registrado en una escuela secundaria en Winder, Georgia, al noreste de Atlanta. En un año en el que hubo hasta ahora casi 400 tiroteos masivos en el país, el presidente Joe Biden insistió en la necesidad de reforzar el control de armas y pidió que se ponga fin a "esta epidemia de violencia armada".
Las autoridades detuvieron a un sospechoso del tiroteo en la escuela secundaria Apalachee, según la Oficina de Investigaciones de Georgia. Poco antes, el sheriff del condado de Barrow, Jud Smith, había confirmado "múltiples heridos" en una conferencia de prensa, en la que dijo que llevaría "varios días" determinar lo ocurrido.
Smith aseguró asimismo que estaban trabajando para reunir a los estudiantes con sus familias después de que en el colegio ocurriera "algo maligno". Según relató, la primera llamada sobre un "tirador activo" en la escuela fue a las 9:30 y poco después llegó la policía y los servicios médicos al lugar.
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El sheriff del condado de Barrow, Jud Smith, da una conferencia de prensa en el lugar del tiroteo
AFP
Biden pide actuar para frenar la violencia armada
El presidente Biden dijo que "lloraba las muertes" y pidió no "aceptar esto como algo normal".
"Lo que debería haber sido una alegre vuelta al colegio en Winder, Georgia, se ha convertido ahora en otro horrible recordatorio de cómo la violencia armada sigue destrozando nuestras comunidades. Los estudiantes de todo el país están aprendiendo a agacharse y cubrirse en lugar de aprender a leer y escribir. No podemos seguir aceptando esto como algo normal", afirmó en un comunicado.
"Acabar con esta epidemia de violencia armada es algo personal para mí", añadió.
Biden ha abogado históricamente por un mayor control de armas que permita ayudar a resolver un problema que arrastra Estados Unidos desde hace décadas. En lo que va de 2024 se registraron 385 tiroteos masivos en el país, según el recuento que hace Gun Violence Archive, que incluye los incidentes en los que hay al menos cuatro víctimas de armas de fuego, ya sea muertos o heridos.
A casi dos meses de las elecciones que definirán al próximo presidente entre Kamala Harris y Donald Trump, el mandatario instó al Congreso a trabajar de manera bipartidista en una legislación que prohíba las armas de asalto y establezca controles universales de antecedentes.
"Después de décadas de inacción, los republicanos en el Congreso deben decir por fin 'basta ya' y trabajar con los demócratas para aprobar una legislación de sentido común sobre la seguridad de las armas", manifestó Biden.
La palabra de Kamala Harris y la postura de Trump
Por su parte, la vicepresidenta Harris lamentó "esta tragedia sin sentido" y reafirmó que hay que "acabar con esta epidemia de violencia armada". "No tiene por qué ser así", dijo en un evento en New Hampshire.
"Es indignante que todos los días en nuestro país los padres tengan que enviar a sus hijos a la escuela preocupados por si volverán a casa con vida", afirmó, y contó que al recorrer el país le preguntó muchas veces a estudiantes si habían realizado un simulacro de un tiroteo mientras estaban en el colegio y que la mayoría dijo que si.
Donald Trump, por su parte, no se pronunció aún sobre el tiroteo en Georgia, pero el ex presidente ha sido un firme defensor de la libre portación de armas, incluso después de haber sobrevivido a un atentado en un evento de campaña en Pensilvania el 13 de julio, en el que un atacante le disparó con un arma de asalto.
El relato de los estudiantes
Algunos estudiantes de la escuela Apalachee relataron luego a los medios lo que vivieron por la mañana. "Estaba temblando, asustado", contó Miguel Eduardo Perichi Orta, de segundo año, a la cadena WXIA. "No pude comunicarme con mi teléfono durante media hora y no sabía qué iba a pasar", contó.
"Si algo así puede ocurrir aquí, cuando crees que es un día normal, puede ocurrir en cualquier parte, y eso es lo que realmente duele", dijo, según consignó NBC News.
Janice Martínez contó que mientras estaba en la segunda clase del día escuchó gritos y pensó que era alguien jugando. "Creí que era alguien gritando o algo así, no le di mucha importancia", relató la joven a la cadena CNN.
Pero luego se dio cuenta que el ruido crecía. "Y le dije a todos que se tiraran al piso, porque no se bromea con algo así", dijo y añadió que se decía a si misma que iba a estar todo bien, mientras veía cómo algunas compañeras lloraban y la maestra temblaba, antes de que llegaran las autoridades y los dejaran salir del aula y los llevaran al campo de deportes, donde se refugiaron los alumnos a la espera de sus padres.
